La Iglesia, dividida en dos facciones


Que en la actualidad la Iglesia se ha dividido en dos bandos, nadie lo niega: los que siguen la tradición de Juan Pablo II y Benedicto están enfrentados a las innovaciones problemáticas de Francisco. 

Dice Cristopher Ferrara, analista norteamericano experto en actualidad eclesial, que históricamente, el pontificado del Francisco constituye “la anomalía más fascinante de toda la existencia de la Iglesia: un Papa que ataca los cimientos del edificio moral de la misma al socavar su enseñanza sobre el matrimonio, la procreación y la sexualidad. (…)Por increíble que parezca, sigue un programa destinado a acoger el adulterio, la sodomía y la tolerancia al aborto. Para los fieles católicos, sin embargo, es una tragedia de proporciones apocalípticas. Debemos oponernos a esta farsa moral mientras rezamos por la liberación de la Iglesia del gobierno del pontífice más rebelde que la Iglesia haya visto jamás.” 

Por su parte el Cardenal Robert Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, escribe en su libro "El Poder del Silencio" que: "Durante un cónclave los cardenales deben someterse a la voluntad del Espíritu Santo: "Si frustramos al Espíritu Santo por miserables cálculos humanos, reuniones secretas y consultas con los medios de comunicación, corremos hacia la tragedia y somos sepultureros de la naturaleza divina de la Iglesia“. 

Sarah alude al grupo liberal que catapultó a Bergoglio con el fin de modernizar el catolicismo, -o Mafia de San Gall- que se citaba en Sankt Gallen (Suiza), encabezado por el cardenal liberal Godfried Danneels, y que conspiró desde 1996 para elegir a un papa de izquierdas. Este hecho ha sido admitido por el mismo Danneels en su biografía y por varios vaticanistas, Ed Pentin o Austen Ivereigh, lo que invalidaría la elección de Bergoglio por haber incurrido en excomunión según las directrices firmadas por Juan Pablo II, en previsión de los que ya se estaba gestando.

Por eso es recomendable no casarse con este Papa, porque la historia demostrará que fue un ardid del enemigo de Dios para crear confusión y segregar a los hijos de la Iglesia en dos facciones, una a favor de la Verdad, y la otra, de la calumnia que supone sustituir la Palabra de Dios por la de un pobre hombre que se hizo llamar Vicario de Dios pero no fue sino un emisario del reino infernal para perder a la mayoría de católicos, haciéndoles pasar la mentira como verdad y la verdad como mentira.


DB