María: estad unidos en la defensa de la verdad.


Queridos hijos, amad y defended la verdad. Los hombres perversos actuarán para apagar el brillo de la verdad se apague y Mis pobres hijos serán contaminados por falsas doctrinas. El Señor os ama y espera mucho de vosotros. Defended a Jesús y a Su Iglesia. No permitáis que las falsas enseñanzas ocupen espacio en vuestras vidas. Sois del Señor. Alejaos del mundo y servid al Señor con fidelidad. 

Sed mansos y humildes de corazón. Vosotros, escogidos para defender la verdad, no retrocedáis. Con valentia asumid vuestro compromiso con el Señor
Mirad el ejemplo de fe y humildad de Josías. 

Estad unidos como hermanos en la defensa de la verdad. Yo necesito mucho de vosotros. No temáis. Yo soy vuestra Madre y estaré siempre cerca de vosotros. Si sentis que caés, llamad a Jesús. Buscad fuerzas en Sus Palabras y en la Eucaristía. Después de toda tribulación, veréis nuevos Cielos y nueva Tierra. Adelante con alegría. 


Queridos hijos, sed fieles a vuestro Dios. La Alianza hecha con el Señor no debe romperse. Dios conoce el corazón de los justos y de los impíos. A quien mucho le fue dado, mucho le será cobrado. 
Recordad el mal ejemplo de Joram; No fue fiel y rompió la Alianza convirtiéndose en un falso sucesor; Cerró el corazón y no escuchó hasta el profeta enviado por Dios. 
Un reino dividido trae consecuencias dolorosas para su pueblo. Vivís en el tiempo de las tribulaciones. Los escogidos para defender la verdad retrocederán por miedo. Muchos serán juzgados y condenados, pero el Señor no abandonará a Sus escogidos. Los infieles responderán ante Dios. Vosotros sois del Señor, no os desaniméis. 

El Señor necesita vuestro testimonio y de vuestro valor. Anunciad a Jesús a aquellos que no lo conocen. Orad mucho, pues sólo por la oración podéis encontrar fuerzas para los tiempos difíciles que vendrán
Acoged el Evangelio y en todo sed como Jesús. Yo os amo y estoy con vosotros. Dadme vuestras manos y Yo os conduciré por el camino de la verdad. Adelante. 
Después de todo el dolor vendrá la Gran Victoria de Dios para los justos. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. 

Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.