Fco. contra el comercio de armas en abstracto, pero no contra los musulmanes que las empuñan para asesinar a cristianos semanalmente
http://the-american-catholic.com/2017/06/05/popewatch-merchants-of-death-2/
Uno de los aspectos más angustiosos de este Pontificado es la firmeza con que el Papa Francisco cree cosas que simplemente no son ciertas. Un buen ejemplo de esto es su frecuente refutación de que la mayoría de las guerras son causadas por los comerciantes de armas, la antigua teoría de los "comerciantes de la muerte" en el conflicto internacional.
Este era una afirmación que se repetía bastante en los años treinta del siglo pasado cuando se discutió -a raíz del desencanto de la Primera Guerra Mundial y el crecimiento del pacifismo en las democracias-, que la Primera Guerra Mundial había sido causada por traficantes de armas y por gobiernos ansiosos de aprovecharse de la guerra. Por desgracia era una completa y total falsedad y lo es todavía.
Por supuesto, es importante para el Papa que las guerras sean causadas por camarillas siniestras de hombres codiciosos que inician conflictos para ganar dinero. Esto ayuda al Papa a ignorar el hecho de que la mayoría de las guerras se producen debido a las diferencias intratables entre las naciones y las personas, diferencias que no son susceptibles de negociación. (Nota: cosa que tira por tierra su idea de que todas las religiones son buenas, que el ecumenismo y el diálogo interreligioso son la maxima meta, o de que hay que abrir fronteras y derribar muros)
Tal realidad (de las diferencias irreconciliables que sólo terminarían si nos pusiésemos a rezar masivamente el Rosario) no encaja en la visión ideológica del mundo del Papa, y cuando la realidad entra en conflicto con lo que el Papa cree, tanto peor para la realidad. Tal rechazo de los hechos puede ser perjudicial para un individuo, es desastroso para el Vicario de Cristo.