De Christopher A. Ferrara http://www.fatimaperspectives.com/
El siempre perspicaz y a menudo sorprendente Antonio Socci acaba de publicar una obra sobre el ensayo poco conocido pero explosivo del filósofo italiano Massimo Cacciari, dado un mes después de la misteriosa renuncia de Benedicto XVI al "ministerio del obispo de Roma, Sucesor de San Pedro ... de tal manera, que ... la Sede de San Pedro, estará vacante ... "
Aludiendo al título del libro Ataque a Ratzinger, escrito tres años antes de la "renuncia" de Benedicto, Socci sugiere que el ataque a Benedicto XVI, la "roca rechazada" (de Pedro), que culminó en su abdicación, es parte del ataque final contra la Iglesia Católica por las potencias e ideologías anticristianas de este mundo ".
Cacciari, Socci continúa, llama a la Iglesia sobre la cual Benedicto presidió, el Kathécon, una palabra griega que aparece en la Segunda Carta de San Pablo a los Tesalonicenses, significando el gran signo de oposición al avance del Anticristo, que tiene el poder de " frenar " ese avance. Cacciari sostiene que el Papa Benedicto renunció al "ministerio del obispo de Roma" porque estaba convencido de que "ya no podía contener los poderes del Anticristo dentro de la Iglesia Católica. Como dijo San Agustín, los anticristos están en cada uno de nosotros. Esta es una clave para la decisión de Ratzinger, si queremos verla en toda su seriedad. Su decisión va a una con la crisis política, con el poder que frena [el avance del Anticristo] ".
Socci concluye que con la renuncia de Benedicto, parecería que "la Iglesia como Kathécon, es decir, como el poder que detiene [el avance del Anticristo], estaba totalmente disuelta. Dando la impresión de ser reclutada como caballo de tiro para el carro del poder del Anticristo ". Esta situación, dice Socci:
"Señala que vivimos en el tiempo apocalíptico. Quien todavía no entiende esto actúa como la gente descuidada de la cual Jesús habla en el capítulo 17 del Evangelio de Lucas. Estas advertencias de Jesús, se aplican siempre, a todos, en cada momento en que se reproduce, por analogía, la historia bíblica, hasta la aparición del Hijo del Hombre. Me parece que hay que orar mucho, sobre todo por la Iglesia y por sus pastores ".
Socci nos recuerda una de las muchas admisiones devastadoras de Pablo VI sobre el estado de la Iglesia tras la introducción de su ola de "reformas" imprevistas que sin duda ayudaron a desatar las fuerzas dentro de la Iglesia cuyos efectos Pablo VI deploró públicamente. Cita de Pablo Vl:
"Hay una gran perturbación en este momento en el mundo y en la Iglesia, y lo que está en duda es la Fe. Ahora me repito esa oscura frase de Jesús en el Evangelio de Lucas: "Cuando el Hijo del hombre vuelva, ¿hallará fe en la tierra?" Se publican libros en los que la fe está en retirada en puntos importantes , Y el episcopado permanece en silencio, no encontrando nada extraño en estas obras. A veces releo el Evangelio en los últimos tiempos y discierno que en este momento están surgiendo ciertos signos de este fin. ¿Estamos cerca del final? Esto nunca podremos saberlo. Es necesario mantenerse listo, pero todo podría durar mucho más tiempo.
"Lo que me llama la atención, cuando considero el mundo católico, es que dentro del catolicismo a veces parece predominar una especie de pensamiento no-católico ... y podría suceder que mañana este pensamiento no-católico ... fuera más fuerte. Pero esto nunca representará el pensamiento de la Iglesia. Debe haber un pequeño rebaño, por pequeño que sea el rebaño.
Desde que Pablo VI hizo esas asombrosas observaciones, se ha acumulado una montaña de evidencias adicionales de lo que desde hace mucho tiempo ha sido evidente desde esta perspectiva de Fátima: que la Iglesia ha entrado en una época de dimensiones apocalípticas muy diferente del curso normal de su historia, a pesar de haber pasado su historia por varias crisis. Negar esto es caer presa del engaño de la normalidad de que Nuestro Señor nos advierte en el Evangelio de Lucas:
"Y como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre.
"Comieron y bebieron, se casaron y se dieron en matrimonio hasta el día en que Noé entró en el arca; y vino el diluvio y los destruyó a todos.
"De la misma manera que sucedió en los días de Lot: comieron y bebieron, compraron y vendieron, plantaron y construyeron.
"Y en el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo, y los destruyó a todos.
"Así será en el día en que el Hijo del Hombre será revelado. (Lucas 17: 26-30) "