El despido de Müller estaba cantado


Después de que Müller interpretara, -en las narices de Bergoglio-, Amoris Laetitia, rechazando tajantemente la comunión a los divorciados recasados, (incluso escribió sobre ello un libro recientemente) oponiéndose a la buscada ambigüedad del texto, y reafirmando la posición de los pontífices anteriores sobre la insolubilidad del matrimonio, el sexto mandamiento y las condiciones para comulgar, era insostenible su permanencia en el cargo. 

Y más después de la avalancha con efecto dominó, que ha surgido en base a la exhortación funesta, por la que diócesis de países enteros han legalizado la comunión sacramental sacrílega. Müller molestaba y claro, se ha arreglado la cuestión diciendo que algunos cardenales han forzado su salida en vez de reconocer que ha sido Bergoglio mismo, porque no puede llegar a saberse que éste combate contra la Verdad defendida aquí por Müller.


LifeSiteNews.com
De John-Henry Westen

El Papa Francisco ha despedido al jefe de la oficina doctrinal del Vaticano, uno de los cardenales más antiguos de la Iglesia, que ha tomado una postura ortodoxa desde el comienzo del pontificado.



El cardenal Muller, de 69 años, ha sido firme en su oposición a la interpretación liberal de Amoris Laetitia favorecida por el Papa Francisco.


En cuanto a los conservadores vocales en la jerarquía del Vaticano, sólo queda el cardenal Robert Sarah. El Cardenal Burke fue removido por el Papa Francisco y degradado a patrón de la Orden de Malta. El cardenal australiano George Pell, como se informó ayer, ahora se encuentra en su país de origen para defenderse de los cargos de abusos sexuales denunciados por los medios de comunicación.


El cardenal Muller, según fuentes, parece dispuesto a hacerse cargo como el Patrón de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, en sustitución del cardenal Edwin O'Brien, que a los 78 años tiene tres años de edad de jubilación.


El jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe está en segundo lugar en el poder sólo después del Papa.