Mirar a Jesús: un fácil camino de santidad



Santa Teresa de Lisieux subraya que nos alejamos del camino de la santidad cuando quitamos nuestros ojos de Jesús (interiormente, se entiende).

Esta es una máxima espiritual fundamental que Santa Teresa de Ávila quería repetir: "no quites tus ojos de Jesús". Teresa declara: "Resolví no dejar que mi alma vagara fuera de la mirada de Jesús, por lo que podría navegar pacíficamente hacia las costas del cielo ". Como el apóstol Pedro, comenzamos a hundirnos cuando quitamos nuestros ojos de Jesús.

Therese entiende que muchas de las actividades que hacemos en la vida son aburridas y rutinarias. Sin embargo, con cada momento presente - no importa lo que estamos haciendo - tenemos la oportunidad de crecer en gracia y santidad realizando nuestros deberes fielmente y por el amor de Dios. 


La esencia de su santidad, como señala John Beevers, es la comprensión de que el gran amor, no las grandes obras, es lo que nos hace santos. Este es el "pequeño camino" de Teresa, e implica el reconocimiento de que Dios está presente en cada momento de nuestras vidas, no importa cuán insignificante sea nuestro destino en la vida.

Cada momento presente es una oportunidad para crecer en santidad, especialmente cuando estamos motivados por el amor de Dios.