Monseñor Livio Melina, ex presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II de Estudios sobre Matrimonio y Familia, despedido por el Papa Francisco, habló el 12 de junio en la reunión de los teólogos morales polacos en Nysa sobre el controvertido documento Amoris Laetitia. Melina es muy apreciado por Benedicto XVI, colaborador en la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En su charla, Melina citó la preferencia del Papa Francisco por una "iglesia magullada, herida y sucia que estaba en las calles" (EG 49). Comenta: Después de Amoris Laetitia "difícilmente se puede negar que la situación tanto en el cuidado pastoral como en la teología moral está ahora" herida, contusionada y sucia. "Para Melina," no es seguro que esto lleve a una renovación del cuidado pastoral."
La interpretación del Cardenal Kasper de Amoris Laetitia como un cambio de paradigma o desarrollo de la enseñanza de Juan Pablo II, Melina lo llama "una simple estratagema" que hace que una disciplina sacramental hasta ahora excluida, especialmente por Juan Pablo II (de la comunión a los adúlteros) debe ahora ser admitida.
Melina critica a las voces que afirman que Amoris Laetitia sólo se refiere a lo pastoral y no toca la doctrina. Cita: "La doctrina está así relegada al museo de tesoros preciosos, pero es irrelevante para la vida humana". Pero un cuidado pastoral sin doctrina se reduce a un juego de poder, advierte Melina.
La opinión de que el acceso a los sacramentos debe dejarse al juicio de la conciencia de cada uno, no convence a Melina. Señala que, de esta manera, la verdad, basada en la revelación divina, está sometida a la conciencia privada. En consecuencia, Melina argumenta que las palabras sacerdotales en el sacramento de la confesión "Yo te absuelvo" no tendrían sentido. El sacerdote debería decir: "Me doy cuenta de que tu conciencia te absuelve".
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