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El Coro de Ratzinger: un informe de abusos inflado y engañoso "
La semana pasada se publicó un informe de 425 páginas, inflado y a menudo no convincente, sobre presuntos abusos en el internado del coro de chicos alemanes Regensburger Domspatzen, que produjo un gran alboroto mediático. Hay un aspecto político al respecto, ya que el hermano de Benedicto XVI, monseñor Georg Ratzinger, dirigió el coro durante muchos años, y el ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Gerhard Ludwig Müller, es ex obispo de Regensburg. Ha habido intentos de utilizar el informe con el fin de manchar sus nombres.
El informe afirma que 547 alumnos fueron víctimas de abuso. En realidad, 500 de ellos afirmaron haber experimentado - cita - "violencia física", una acusación que se refiere a incidentes menores que se podrían hacer contra todas las escuelas en el mundo que estaba operando en los últimos 70 años. Más del 90% de los testigos de los alumnos suenan a frustraciones personales.
Es sospechoso que el informe atribuya la supuesta violencia a un sistema educativo que apunta a producir una actuación musical superior y una máxima disciplina y motivación de los alumnos. Al mismo tiempo, el informe insinúa que los educadores querían - citar- "romper la voluntad de los niños", aunque eso es lo contrario a una motivación.
El informe contiene muchas contradicciones. Por un lado afirma que la "violencia física" era rutinaria, por otro lado admite que muchos alumnos tuvieron un tiempo maravilloso entre los Domspatzen y nunca notaron nada. El informe ni siquiera está seguro de cómo definir la "violencia".
Una gran parte del informe contiene episodios poco convincentes, como quejas sobre malos alimentos, bajas temperaturas en el cuarto de baño, o que aquellos que tomaron clases de piano estaban bajo presión para interpretar. Una presunta víctima se queja de que no había sala de juegos en la escuela.
Más sospechoso es el hecho de que la mayoría de las presuntas víctimas no han pasado más de tres años en la escuela. Sólo el 12% de los querellantes pasó por todo el currículo de 9 años.
Las presuntas víctimas en su mayoría llaman al internado - cita - "una prisión". Este es el término peyorativo más común para cualquier internado del mundo. Muchas páginas del informe suenan como una demonización de los métodos educativos que estaban comúnmente en uso en muchos países occidentales y - a diferencia de la educación moderna - dio excelentes resultados.