Francisco causa un cisma invertido en el catolicismo

¿Quién soy yo para juzgar?

José Galat, propietario de la cadena católica colombiana Teleamiga, que llega a 50 millones de hogares, ha sido declarado cismático y excomulgado por la Conferencia Episcopal de Colombia por difundir, entre otras cosas, un hecho incontrovertible: que el cardenal Bergoglio no subió al pontificado limpiamente sino que fue fruto de una manipulación de los votantes del Cónclave. El vaticanista Ed Pentin en su día afirmó:

"En el lanzamiento de su biografía en Bruselas, el cardenal Danneels dijo que formaba parte de un club secreto de cardenales que se oponía al Papa Benedicto XVI, que calificó como el club "mafioso“ de San Galo, para lograr modernizar drásticamente a la Iglesia y para que Bergoglio la encabezase". La existencia de este grupo también ha sido documentada en la biografía de Austen Ivereigh del Papa Francisco, “El Gran Reformador". 

Pero Juan Pablo II dejó escrito:

"Los cardenales electores se abstendrán de cualquier forma de pacto, acuerdo, promesa u otro compromiso de cualquier tipo que pueda obligarles a dar o negar su voto a una persona o personas." Si esto se hiciera, incluso bajo juramento, decreto que tal compromiso será nulo, y por la presente impongo la pena de excomunión latae sententiae a quienes violen esta prohibición”.


Y el peculiar cisma es éste: que un laico que defiende la fe tradicional sea tratado como un hereje, mientras que Francisco -que elogia al hereje Lutero, que dice que la lógica del Evangelio es que nadie se condena (en el Infierno), que Dios no es un Dios católico, que los ateos pueden llegar al Cielo, que defiende la invasión islámica de Europa, que escoge a laicos pro-abortistas o sacerdotes prohomosexualistas como miembros de instituciones vaticanas, que no hace nada para detener las misas gay en EEUU, que llena de liberales la jerarquía mientras expulsa a los conservadores, que abre la puerta a la comunión a personas en adulterio, que intentó decantar el voto contra Trump, que hace de las transgresiones ecológicas un pecado mortal etc- sea aceptado y seguido como verdadero papa.

Esperemos que la “excomunión” de Galat acelere el proceso de la corrección pública a Francisco anunciada por los cuatro cardenales de la Dubia y abra los ojos a los católicos a que una persona impuesta desde fuera, por ideólogos masónicos modernistas, rige hoy a la Iglesia Católica y no se le debe seguir cuando se pronuncia en divergencia con el Magisterio establecido y la Palabra de Dios.


M Dolores Bravo