Jesús: no importan anatemas ni excomuniones. Defended la Verdad






Ven, Mi amada.

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Ahora que avanzan las horas de las tinieblas, tú ven y no Me dejes, pues Satanás ha entrado en Mi Iglesia y busca, por todos los medios cambiar y adulterar lo que es Mío, Mi Palabra y Mis enseñanzas que han regido hasta ahora más o menos incólumes en el Magisterio de la Iglesia.

Pero si el modernismo ya consiguió después del Concilio Vaticano II aguar parte de los que estaba prescrito con anterioridad, ahora lo que vais a ver -y ya estáis viendo- no tiene precedentes y es que es el mismo Infierno el que dirige la operación con el fin de que Mi mensaje sea sustituido por otro y no tenga ya la capacidad de salvar almas.

¿Te imaginas lo que esto significa? Significa hacer estéril Mi venida y Mi sacrificio, la fundación de Mi Iglesia, los milagros y testimonios de santidad a lo largo de estos 2000 años.

Por eso es importante que no ceséis, los pocos que veis claramente el panorama, en vuestro empeño por difundir la Verdad. No importan anatemas ni excomuniones puesto que quienes los arbitran no son capaces de hacerlo válidamente ya que están fuera de la Iglesia.  Porque, ¿quién, verdaderamente en la Verdad puede acusar al que sigue Mis enseñanzas y denuncia los errores del modernismo, si no es uno que aparentemente sostiene esa Verdad pero que en el fondo no cree en ella?

Yo te lo digo, son muchos los hipócritas a quenes os enfrentáis y ellos no cejarán en su esfuerzo por derruir lo que Yo construí, al menos en la parte externa, ya que los corazones que de verdad Me aman y Me siguen no se dejarán engañar tan fácilmente y van a contrastar las nuevas y falsas enseñanzas con lo que la Iglesia siempre ha defendido dejándose convencer por la idea de que los nuevos cambios no son de Dios.

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Yo soy tuyo; ámame,

Yo tu Jesús



Mensajes a un alma mística, julio 2017