No lloréis, vamos al Cielo



ACERCA DE SANTA MARÍA GUO LI MÁRTIR (1835-1900)

Mary Guo Li, nativa de Hu-jia-che, China (provincia de Hebei), era una esposa católica y abuela, con numerosos hijos y nietos, todos ellos criados en la fe católica.

En 1900 una facción china cuasi religiosa conocida como "Boxers" se embarcó en una sangrienta persecución de los cristianos en China.

María instruyó a sus hijos y nietos que bajo ninguna circunstancia debían negar su fe, advirtiendo a dos de sus hijos: "¡Recuerden que si ustedes apostatan, ya no seré su madre!"

El 29 de junio de 1900, los boxers asaltaron la casa de la familia, asesinaron al esposo de María, Guo Zhinfang, e incendiaron la casa.

Sintiendo que pronto compartiría el destino de su marido, María pasó los días que siguieron preparándose con la recitación del rosario, el ayuno y la lectura espiritual.

El 7 de julio la abuela de sesenta y cinco años fue asesinada por los boxers junto con tres de sus hijas y cuatro de sus nietos. Antes de ser ejecutada, María ofreció una última palabra de aliento a su familia, diciéndoles: "No lloréis. Vamos al cielo a disfrutar de la vida eterna. "

"Son felices aquellos cuya vida es irreprensible, pues siguen la ley de Dios." (Sal 118: 1)