Otro atentado en Cataluña, y ¿por qué no te callas, Bergoglio?

Otro acto de odio islamista en Cambrils, después del de Barcelona, y no será el último.

Mientras en occidente, algunos musulmanes inspirados que entran como refugiados -no sólo con la benevolente invitación de nuestros gobiernos y del mismo "papa" de Roma, sino con la financiación de los globalistas masónicos-, atentan contra las vidas de los europeos, no falta algún jararca católico que protesta por la incitación de Bergoglio de impulsar sospechosamente la inmigración de estos salvajes que son los musulmanes. 

No todos lo son, se dirá, no, pero la gran mayoría aprueba estos atentados contra los infieles porque su "religión" oscura los premia con el Paraíso, además de que la conquista violenta de territorios para la causa de Alá, constituye uno de los pilares de sus creencias erradas.

Ha escrito Bergoglio esta semana para una reunión organizada por la diócesis italiana de Ugento-Santa Maria di Leuca de cara a promover la inmigración ilegal en Italia:

"Hay una necesidad de un compromiso cada vez más generoso para promover la cultura de aceptación y solidaridad, promoviendo así la paz y la fraternidad entre los pueblos". 

Habría que preguntarle por qué aceptar a los "refugiados" que no conocen el concepto de paz y fraternidad, y que son el gran caballo de troya para occidente.

Pero también el vaticanista Marco Tosatti llama a Francisco "un papa obsesionado con la inmigración [ilegal]".

No olvidemos que la abortista Bonino ya predica en algunas parroquias italianas para aumentar la aceptación de esta inmigración por parte del pueblo.