(Tomado de unos acertados comentarios en una web católica sobre el golpe de Bergoglio en Colombia)
Aunque la carne de Cristo fue tomada de la purísima substancia de María Santísima, sin embargo, una vez puesta bajo la forma substancial, que es alma de Cristo, y unida al Verbo de Dios, dejó de ser formalmente carne de María, puesto que por una parte fue cambiada substancialmente al advenir la nueva forma (el alma de Cristo), y, por otra, empezó desde ese instante a pertenecer a la Persona divina de Cristo, pues es propio del supuesto poseer todo lo que hay en la naturaleza que por él subsiste.
Por lo mismo, no debe decirse que en Cristo hay algo que es de María, sino que Cristo fue concebido de María Virgen, y, por tanto, en Cristo no está la carne (sangre) de María, sino la de Cristo tomada de la Santísima Virgen. Por lo tanto, la Sangre de Nuestro Señor, la que corre por sus venas, FUE, ES y SERÁ sangre divina, tomada de la Purísima Señora y asumida por la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.
(atribuido al Padre Ceriani)
Resulta curioso cómo, tras los atentados contra el semanario Charlie Hebdo, Bergoglio hacía las siguientes declaraciones:
“Es verdad que no se puede reaccionar violentamente, pero si Gasbarri (el Papa aludió a uno de sus colaboradores junto a él en el avión), gran amigo, dice una mala palabra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo. ¡Es normal!”
Y míralo ahora, parece que le han sacudido un puñetazo… Es lo que podía esperarse por haber blasfemado contra nuestra Mamá.
Muy esclarecedora también la mancha de sangre destacando sobre el tejido blanco, que parece evidenciar que por las venas de Bergoglio sí que corre sangre pagana.