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Adaptación y extractado
Primer paso: comenzar poco a poco
Comience con la excusa de preparar una fecha litúrgica, una fiesta etc
Algunas posibilidades para su pequeña meta:
Un triduo que conduce a una celebracióm
Una novena que conduce a una fiesta litúrgica especial (¿Inmaculada Concepción, tal vez?)
Sólo en Adviento
Sólo por los 12 días de Navidad.
Al final de esta pequeña Meta, configure otra, sólo un poco más grande que la última. En cada una de estas ráfagas espirituales, haga de su intención de oración pedirle a María que lo ayude a llevar a su familia a su Hijo haciendo el Rosario familiar diario. ¿De verdad cree que le va a decir que no?
Paso dos: estudia el horario.
Una vez que haya establecido su Meta pequeña, evalúe el cronograma familiar y elija un lugar para cada día de la semana en el que pueda caber en esos quince minutos durante los días de su Meta pequeña. Algunas ventanas que podrían funcionar para su familia:
En el auto camino a la misa dominical
Justo antes del desayuno el sábado
Justo después de que todos estén en casa los miércoles por la noche.
Lo que sea que funcione para su familia, úselo. Si ayuda, asigne a cada miembro de la familia un día para que sea "Capitán del Rosario", para asegurarse de que se ordene el Rosario ese día. Si su familia ve que puede rezar el Rosario todos los días por la duración de su Meta Pequeña, no será tan difícil hacer que esto sea más regular.
Paso tres: estudia al cónyuge, a los hermanos y a ti mismo.
Considere los recursos personales de cada miembro de la familia: edad, temperamento, necesidades especiales, patrones de sueño, requisitos de programación, nivel de desarrollo, etc. Por supuesto, considere las pegas que rezar el Rosario conllevaría a cada miembro de la familia, ¡pero también hay que considerar los dones que podría facilitar esta disciplina! ¿Tiene un niño que puede anudar mientras se reza y así hacer rosarios para regalar? ¿Tiene un hijo mayor más devoto que pueda ayudar a los hermanos menores?
Más importante aún, ¿puede convertir las aparentes dificultades en ventajas? Ese niño que tiene ansiedad por dejar algo sin hacer puede ser el encargado de anunciar los misterios. El niño "meneo" puede alinear diez juguetes pequeños mientras se reza cada Avemaría. El adolescente, cansado de que le digan qué hacer, puede estar al cargo por una vez, reuniendo a todos para el momento del rosario. Una vez que los dones de cada miembro de la familia se incorporan, este tiempo de oración familiar será más fácil
Cuarto paso: elige una zanahoria.
Tiempo de refuerzo positivo. De acuerdo. No debería haber una recompensa mayor que acompañar a la Reina del Cielo y la Tierra mientras está al lado del trono celestial. También sé que vivimos en un mundo caído, donde la concupiscencia en todas sus formas nos aleja de todo lo que es bueno. Así que elige tu zanahoria y átala al extremo del rosario de tu familia:
¡Después de rezar el Rosario, postre!
¡Después de rezar el Rosario, la hora de la TV!
¡Después de rezar el Rosario, un cuento!
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