No hay nada casual en la iglesia de Bergoglio


No hay nada casual en la iglesia usurpada por Bergoglio. 

Francisco exhibió la pulsera del orgullo gay al principio de su "pontificado". Ahora se entiende que, este detalle junto las expresiones favorables a la homosexualidad del sínodo de la familia ("elementos positivos que hay que valorar"), y los numerosos nombramientos de jerarcas homosexualistas, incluido el asesor de comunicaciones vaticanas, J. Martin quien es bien conocido como defensor de la identidad de los católicos LGBT, son puntos de alerta que muchos todavía no ven y que anunciaban lo que hoy es un hecho: se quiere introducir a los sodomitas en el sacerdocio.

El primer paso es aceptar (en teoría) a los curas maricas que vivan el celibato; aunque en la práctica se ha visto que la inmensa mayoría de los niños y adolescentes abusados por el clero fueron varones. El hecho es que el sodomita suele ser muy lujurioso.

Cualquier maldad que hoy se ha impuesto sobre la Tierra está debidamente pensada, planeada y puesta en marcha en pequeños pasos capaces de mentalizar a la población de que algo malo, es, no sólo bueno, sino necesario y debe ser elevado a categoría de derecho. (Mucho se ha hablado de un gobierno mundial en las sombras y luciferino que quiere implantar su propio reinado, el del Anticristo).

Para ello se hace incidencia en casos emotivos tangibles, testimonios que conllevan un sufrimiento (madre soltera, feto con defectos genéticos, peleas en el matrimonio y sufrimiento acarreado en los niños, amor coartado por falta de libertad sexual de los jóvenes y, a la vez, se enfatizan las enfermedades de transmisión sexual/riesgo de embarazo para tramposamente insistir en anticoncepción, uso de condones, vacunas peligrosas, aborto, o también en el divorcio, por ejemplo, para destruir el matrimonio y la familia. Y así se podrían añadir a estas dictaduras colectivas, cuestiones como el cambio climático, la necesidad de la vigilancia masiva y del acopio de datos personales, la guerra de sexos...)

Esta verdadera campaña de lavado de cerebro necesita llegar a todos los habitantes del planeta y cuanto antes mejor. Para ello se mangonean los currículos escolares para la aceptación, ya sea del independentismo a través del rechazo a la patria, de la homosexualidad y demás perversiones, o para menoscabar la autoridad paterna etc. 

Los medios de comunicación masiva a disposición de los violadores de la Ley de Dios, son primordiales para repetir el mensaje falaz que excusa, de mil modos, el mal, hasta que la gente ha absorbido la manipulación por repiqueteo incesante.

La misma élite corruptora de las almas, está ahora dirigiendo la Iglesia Católica, secuestrada por herejes homosexualistas y profanadores del Cristo Eucarístico, y del sacerdocio que confiere al ordenado, ser otro Cristo.


Antes que en el catolicismo, las serpientes demoníacas entraron en las denominaciones protestantes llegando a lo que ocurre actualmente: que "obispas" lesbianas vengan a ser cabezas de sus "iglesias" o se "case" a parejas del mismo sexo en sus edificios. Algo que empieza a pasar en algunas parroquias católicas tomadas por estos infiltrados.