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La Biblia nos dice que Sodoma era una ciudad llena de vicios y pecado de homosexualidad. Abraham hizo un llamamiento a la misericordia de Dios en un intento de preservar la ciudad mediante el reconocimiento de sólo 10 hombres buenos (Génesis 18: 16-33). Sin embargo, después de que Lot intentó alejar a una turba enojada de su intención de sodomizar a sus visitantes angélicos, los ángeles intervinieron directamente (Gen 19), infligiendo ceguera a la multitud para evitar que destruyeran la casa de Lot. Al final, el Señor "hizo llover azufre ardiente" para limpiar la ciudad y quitar sus pecados de la faz de la tierra.
Ahora, el arqueólogo Steven Collins cree que ha encontrado los restos de Sodoma. Collins hizo el descubrimiento después de combinar pistas de la geografía bíblica con evidencia arqueológica recién descubierta del sitio de Tall el-Hammam en Jordania
Bible History Daily describe lo que los arqueólogos encontraron en su excavación:
En Tall el-Hammam, los arqueólogos encontraron evidencia generalizada de una intensa conflagración que dejó la ciudad de la Edad del Bronce medio en ruinas. Encontraron cimientos y suelos chamuscados enterrados bajo casi 3 pies de ceniza gris oscura, así como docenas de tiestos de cerámica cubiertos con una superficie espumosa y "derretida"; la apariencia vidriosa indica que estuvieron brevemente expuestos a temperaturas muy superiores a los 2.000 grados Fahrenheit, el calor aproximado del magma volcánico. Tal evidencia sugiere que la ciudad y sus alrededores fueron catastróficamente destruidos en una conflagración repentina y extrema.
Aunque nunca podemos saber exactamente cómo fue golpeada la ciudad de Sodoma, entre la evidencia de temperaturas volcánicas, mezcladas con informes bíblicos de una lluvia de "azufre ardiente", es posible que la ciudad fuera golpeada por un asteroide, o por algún tipo de de erupción volcánica debido a un terremoto.