Morales y el crucifijo blasfemo |
Los dirigentes católicos y evangélicos de Bolivia están denunciando el intento del presidente Evo Morales de criminalizar la evangelización. El “Nuevo Código del Sistema Criminal” boliviano, propuesto en diciembre y que debe ser aprobado en breve, trae una serie de cambios en la legislación, bolivariana.
Obispos católicos y pastores de diferentes iglesias evangélicas llaman la atención al artículo 88, que prevé con prisión de 7 a 12 años. El problema es que su 12º párrafo caracteriza como crimen “el reclutamiento de personas para participación en organizaciones religiosas o de culto”.
Además de los líderes religiosos, también protestan los abogados y los periodistas. Ellos denuncian que el Nuevo Código del Sistema Criminal acaba con la libertad de prensa en los artículos 309, 310 y 311, que tratan de “injuria y difamación”. En la práctica, preven arresto para quien haga denuncias contra el gobierno y los políticos bolivianos.
El argumento central del gobierno boliviano es que la libertad de expresión (ya sea religiosa o en la prensa) es una “concesión de Estado”. Este es un pensamiento típico de las dictaduras, que aproxima aún a Bolivia igual que Venezuela, que comparte el mismo ideal “bolivariano” – que nada más es una forma latinoamericana de comunismo.
Susana Inch, asesora jurídica de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), dijo que “Hay una fuerte preocupación en la Iglesia Católica y en todas las instancias religiosas a causa del conjunto de leyes que están generando ambigüedades, donde los derechos fundamentales de las personas pueden ser afectados … resultando en una persecución injustificada “.