La combate como Vida, porque da la vida por los 7 sacramentos, atacando el sacerdocio y la Eucaristía: destacando de la Misa sólo el carácter de Cena y disminuyendo o anulando el carácter sacrificial, también haciendo desaparecer los signos externos a la fe en la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía, como genuflexiones, adoración eucarística...
Al mismo tiempo persigue destruir la unidad doctrinal y efectiva de la Iglesia, intentando derribar su carácter jerárquico (Bergoglio quiso ser llamado sólo obispo de Roma, ha atacado duramente a la curia, ha ensalzado y llamado a la entrada de laicos en funciones que antes eran sólo llevadas a cabo por ordenados, ha permitido la libre traducción de textos litúrgicos etc) sobre todo desde Amoris L hay ya un cisma entre las diversas conferencias episcopales.
Todas estas tácticas las hemos visto y las seguiremos viendo en este pontificado, desarrolladas ya sea por Bergoglio directamente, o por sus aliados.