En Fátima os anuncié que satanás dirigiría la Iglesia




México, febrero 2018

Hijitos Míos, la llegada de Mi Hijo a la Tierra, con Sus Enseñanzas, con Sus Palabras, con Su Ejemplo dio inicio a la Iglesia que ahora tenéis. 

Ciertamente, su principio es Santo, es Mi Hijo el que os ha dado toda la belleza y la grandeza que debierais estar gozando, pero ha sido alterada por causa de las insidias y los ataques de satanás.

Yo, vuestra Madre, la siempre Virgen María, rezo el Santo Rosario, en estos momentos, junto con vosotros. Estoy con vosotros para acompañaros, para guiaros, para defenderos. Mientras más os acercáis al Amor de Mi Hijo, a Sus Enseñanzas y tratáis de ser como Él, dando ejemplo de que vivís lo Enseñado por Él, los ataques de satanás se vuelven más fuertes y dolorosos contra vosotros y contra la Institución Divina que os dejó Mi Hijo, la Santa Iglesia.

Estáis siendo atacados, continuamente, por satanás y por aquellos que le siguen. La maldad se ha ido incrementando y los que estáis con Mi Dios y Señor, lo sentís, lo vivís, lo palpáis. Lo que debiera ser Santo, que en naturaleza lo es, satanás, a través de sus secuaces, hermanos vuestros, que se han vuelto instrumentos de su maldad, han tratado de destruirla, de destruir la Iglesia desde sus inicios y, por eso, Mi Hijo fue muy claro sabiendo esto, les dijo, en aquél tiempo, que la Iglesia perduraría hasta el fin del Mundo.

Ciertamente, vosotros, los que la amáis, estáis sufriendo estos cambios y estos ataques que están produciendo aquellos que se han vendido a la maldad de satanás.

En Fátima, os anuncié que satanás subiría hasta el más alto puesto de la Iglesia y desde ahí os atacaría, atacaría a todos, como a vosotros, que amáis lo que os ha legado Mi Hijo.

Ciertamente, esto no se ha publicado, porque la misma Iglesia ha detenido lo que Yo os he dado, porque no le conviene a sus malos intereses, darlo a conocer a todos vosotros, pero el hecho es real, satanás se ha introducido dentro de la Iglesia, dentro del Vaticano y está conduciendo a muchos, muchos sacerdotes, obispos, cardenales y aún al mismo representante de Pedro, tratando de destruir la Iglesia, las Enseñanzas, el Amor que os dejó Mi Hijo.

Estáis viviendo momentos difíciles, aunque, ciertamente, a lo largo de la historia de la Iglesia, también, se han vivido momentos difíciles, con persecuciones, maldad dentro de la misma Institución, tratando de imponer filosofías contrarias a lo enseñado por Mi Hijo. Mi Santo Espíritu os va guiando y os va cimentando en la Verdad, a pesar de que todo alrededor sea obscuro, sea confuso y sea malo. A pesar de que, satanás, la ha ido alterando, la Verdad se mantiene viva en la Iglesia, en el corazón de aquellos que la aman, en la mente de aquellos que la llevan a cabo, con su ejemplo.

Ciertamente, viviréis momentos muy difíciles en este año que ya comenzó. La desacralización se va a ir aumentando, atacarán fuertemente a Mi Hijo, a la Sagrada Eucaristía, Me atacarán a Mí, que Soy vuestra Madre. Os llevarán a actos sacrílegos en algunos lugares y en otros, a faltar el respeto a Mi Hijo, haciendo que os sintáis igual que Él, sin darLe Su lugar Divino, sin respetarLo por Quien es, que es vuestro Dios, que Él se merece todo el respeto por parte del hombre, porque sois creaturas, porque fuisteis creados por Nuestro Dios y Señor, y porque Le debéis todo lo que sois.

Así es satanás, quiere que veáis a vuestro Dios y Señor, como cualquier persona y además, sin respetarLe, sin amarLe, sin respetar Sus Mandamientos, Decretos. Fuisteis creados para servirLe, pero, también, fuisteis creados por Su Amor, para ser amados por Él, siempre y cuando respetarais todo lo que viene de Él y especialmente, a Él Mismo.

Satanás seguirá intentando destruir la Obra Divina que tenéis en la Tierra, la Iglesia es un Tesoro inmenso por sus Enseñanzas, porque os las dejó Mi Hijo, que os da crecimiento espiritual, que os da una vida profunda, para que en la oración y en la meditación, entréis en contacto con vuestro Dios y os conduzca por caminos de perfección, pero lo más importante, Mis pequeños, es Su Presencia Real y Divina en la Sagrada Eucaristía, y eso es lo que desea satanás quitaros. Lucha para que la Presencia de Mi Hijo y el Alimento Divino, que os hace crecer, ya no lo tengáis y aprovecha sus capacidades satánicas, junto con la inteligencia de los que se han vendido a él, para convenceros de que no necesitáis esa Vida Divina en vosotros.

Los que amáis a Nuestro Dios y Señor, en Su Santísima Trinidad y los que Me amáis a Mí, Mis pequeños, sufriréis grandemente, al ver todas las abominaciones que se verán en la Iglesia, con el mal trato que Nos darán a Mi Hijo y a Mí. 

Estas son las horas obscuras, es la Pasión de Mi Hijo en vosotros, en vuestro Mundo; llegará un momento que creeréis que la Iglesia está muerta, pero luego vendrá la renovación, la Luz que unirá a todos aquellos que se mantuvieron firmes en Fe y en Amor por Mi Hijo, por vuestro Dios. Sufriréis y ese sufrimiento lo uniréis al de Mi Hijo, porque Él sufrió por vosotros, porque os ama y, ahora, porque vosotros Le amáis, sufriréis, también.

Que en todo momento esté la Presencia de Mi Hijo y Mi Presencia en vosotros y siempre recordando la Promesa de Mi Hijo, que la Iglesia se mantendrá hasta el fin del Mundo. Guardad en vuestro corazón, en vuestra mente, todo lo que viene de Nosotros. Mientras más os ataquen satanás y sus secuaces, tratando de destruir la Iglesia, vosotros llenad vuestro corazón de amor, porque es el Amor el que va a triunfar. Es el Amor de Mi Hijo, por vosotros, lo que Le dio el Triunfo, porque es un triunfo vuestra salvación. Se dio por vosotros, para abriros, nuevamente, las Puertas del Cielo. 

Vuestra donación también le abrirá las Puertas a muchos hermanos vuestros, que viven en el error y en el pecado.

Todo en Mi Dios y Señor es Amor. Pase lo que pase en vuestra vida y lo que pase a vuestro alrededor, que no haga llenar vuestro corazón de odio y maldad, aceptad lo que pase a vuestro alrededor y llenaos de amor y perdonad, como Mi Hijo perdonaba, aún a sus verdugos y a todos aquellos que Lo blasfemaban, injuriaban, Lo golpeaban. 

PedidLe a Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, que os dé esa gran Fortaleza que necesitaréis, para que os llenéis de amor, y llenéis de amor a esas almas que viven satanizadas, que viven tratando de destruir, lo que Mi Hijo, con Amor, os dejó a todos, aun a aquellas almas malas, que Él ya sabía que vivirían en estos tiempos, pero que pueden salvarse, por vuestra donación y por vuestra oración.

El Amor produce infinidad de milagros, cuando, realmente, sale de lo más profundo de vuestro corazón. Perdonad, perdonad en todo momento. Se os ha dicho que de vuestro corazón, de vuestra boca, de vuestros pensamientos, solamente debe salir amor, eso os salvará a vosotros y a muchas, muchas almas más.

Dejad, Mis pequeños, que Yo os guíe, que os guíe por caminos seguros, aunque, ciertamente, pedregosos; el sacrificio os purifica, os llevaré por caminos que os irán purificando, para que lleguéis, ante Mi Hijo, al final de ese camino, ya limpios y preparados para gozar, eternamente, el Reino de los Cielos. 

Dejaos, pues, mover por Nuestro Amor, por Mi Amor de Madre. Sentíos seguros a Mi lado, Yo venceré a satanás y vosotros, junto Conmigo, abriremos muchas puertas de hermanos vuestros que no saben del Amor.

Os amo, Mis pequeños, os amo en el Amor de Mi Hijo, Fortaleza, Amor y mucha vida espiritual.
Gracias, Mis pequeños.