Frutos de la Confesión frecuente




FRUTOS POSITIVOS DE UNA BUENA CONFESIÓN 

(1) PERDÓN DE PECADOS, tanto mortales como veniales.

(2) AMISTAD CON DIOS. Una vez que se nos perdona el pecado mortal, la amistad se establece nuevamente entre nosotros y Dios.

(3) LA GRACIA SANTIFICANTE ES RESTAURADA. Además, la gracia santificante se restaura en el alma.

(4) HUMILDAD. Se necesita humildad para confesarse bien. Por lo tanto, crecemos en la humildad de corazón. Jesús ama a los que son humildes de corazón.

(5) CAUTIVOS LIBERADOS. ¡El pecado es esclavitud y la confesión libera al cautivo!

(6) PAZ DEL ALMA. El pecado roba nuestra alma de paz. La confesión, por el contrario, restaura la paz.

(7) ALEGRÍA EN EL SEÑOR. Otro fruto podrido del pecado es la tristeza. La confesión llena nuestros corazones de gozo en la presencia de Dios.

(8) CONOCIMIENTO PERSONAL. Además, mediante la confesión frecuente aumentamos el autoconocimiento y podemos evitar futuras caídas.

(9) LA PUREZA DEL ALMA. Nuestra alma se vuelve más pura y nuestra vida de oración mejora.

(10) MEJORES COMUNIONES. San Ignacio hace una conexión íntima entre hacer buenas confesiones y mejores comuniones. Cuanto más limpia est´ el alma, ¡más abundante puede brillar el sol eucarístico en esa alma!