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El alcalde afirma que la exhibición pro vida viola los 'derechos civiles'
Las autoridades romanas han eliminado de una calle concurrida cerca del Vaticano el mayor cartel pro-vida en la historia del activismo pro-vida italiano. El enorme póster, presenta la imagen de un niño por nacer de 11 semanas y fue parte de una cadena de manifestaciones promovidas por el grupo ProVita Onlus para recordar 40 años de aborto legal en Italia. El cartel, que había recibido un permiso legal para ser publicado del 3 al 15 de abril, fue retirado por la alcaldesa Virginia Raggi después de sólo tres días.
ProVita Onlus está acostumbrado a la censura. El grupo fue hostigado recientemente por la policía italiana debido a un camión de cartelería publicitaria que rindió homenaje al difunto cardenal de Dubia, Carlo Caffarra. El municipio de Roma reconoce que prohíbe regularmente carteles de ProVita porque su "contenido daña los derechos y libertades individuales". Esta vez, en menos de 24 horas, la policía ya había sido llamada por la imagen "ofensiva" de un bebé chupando su dedo pulgar, que se muestra junto con algunas verdades biológicas: "A las once semanas, ya se chupó el pulgar", "todo sus órganos estaban presentes "y" usted está aquí porque su madre no lo ha abortado ".
El biólogo Enzo Pennetta escribió: "La eliminación [del cartel] significa que no somos libres de afirmar verdades científicas si no están alineadas con la corrección política".
El objetivo de ProVita era "sacudir la conciencia de millones ... para recordarles que el aborto suprime a un ser humano, no a un grupo de células". El grupo lanzó una petición al Ministerio de Salud solicitando la promoción de "la conciencia sobre el impacto del aborto en la salud de las mujeres".
La primera en exigir la eliminación del cartel fue la senadora del Partido Demócrata Monica Cirinnà, defensora de los derechos LGBT y autora del proyecto de ley que finalmente sancionó las uniones civiles homosexuales en Italia. Calificó la campaña de "vergonzosa", alegando que "no respetó la ley estatal". Muchos recuerdan que Cirinnà hace campañas por la maternidad subrogada, que es ilegal en Italia y condenada por la Unión Europea, por lo tanto, algunos creen que las súplicas (de Cirinnà) para validar la compra de seres humanos deberían prohibirse, ya que "faltan al respeto a la ley estatal".
Otros políticos progresistas y asociaciones feministas siguieron su ejemplo, exigiendo la eliminación inmediata de la exhibición provida. El grupo libertario local Aurelio in Comune ya había sido autorizado a manifestarse "contra el integrismo religioso que está atacando la ley" el 7 de abril, pero el cartel fue eliminado antes de eso.
ProVita Onlus apela la decisión, una tarea difícil, ya que la asociación no ha recibido ninguna comunicación oficial. Alessandro Fiore, portavoz de ProVita, explicó a Il Foglio: "Intentamos comunicarnos con las autoridades para obtener una comunicación escrita oficial con sus motivaciones. Solo han advertido oficialmente a la empresa responsable de la gestión del cartel" (la advertencia decía: "violación de los derechos civiles").
Esto no ha terminado. El bebé volverá a todas partes, incluso si tengo que vender mi propia casa para esto.
Fiore también reveló que la campaña se intensificará en mayo y que la imagen del bebé en el útero definitivamente regresará. Esto fue confirmado por Toni Brandi, presidenta de ProVita Onlus: "Esto no ha terminado. El bebé volverá a todas partes, incluso si tengo que vender mi propia casa para esto. Protestaremos de muchas maneras, en nombre de razón y sentido común ".
En cuanto a la censura, Brandi agregó que "esto era una violación inaceptable de la libertad de expresión ... La compañía responsable de la valla publicitaria sacó un cartel con licencia, totalmente pagado, por miedo, como en un Estado nazi-soviético".
"Este bebé ... es tan poderoso que deben esconderlo", dijo Brandi.
Todos estos ataques (desde los portales de noticias LGBT hasta las comparaciones con Hitler en Twitter) llevaron a ProVita Onlus a iniciar una campaña en las redes sociales para informar a la gente de la censura que ha sufrido. La respuesta ha sido inmediata, especialmente entre los políticos. Georgia Meloni (del partido "Hermanos de Italia") declaró: "Si van a eliminar la imagen de nuestras carreteras, la publicaremos en las redes sociales".
Monica Ciaburro (también de "Hermanos de Italia") declaró: "¿Cómo es posible que alguien esté tan perturbado por un bebé en el útero?"
Simone Pillon, recientemente elegida senadora de la Liga del Norte y una de las fundadoras originales del comité Difendiamo I nostri Figli (que organiza los mítines más pro vida y pro familia en Italia), convocó una conferencia de prensa en el Senado para " llevar al debate las repercusiones físicas y psicológicas del aborto en las mujeres ".
Y Marco Franzoni, alcalde de la ciudad de Cerea, se ofreció a organizar el cartel censurado en su ciudad, proclamando que estaría "muy orgulloso de defender el derecho a la vida".
El sábado, más de un centenar de activistas pro-vida se unieron a la sentada para protestar por la censura. El evento pacífico, organizado por ProVita Onlus, fue inicialmente denegado en dos lugares antes de ser finalmente autorizado a manifestarse más lejos del Ayuntamiento de Roma.