Alarma máxima en la Iglesia. Pero Francisco se hace el sordo



Sandro Magister
Atención. La confrontación que ha estallado en Alemania en favor o en contra de la comunión a los cónyuges protestantes debe haber superado el nivel de peligro para la unidad de toda la Iglesia, a juzgar por las advertencias que algunos cardenales, en los últimos días, han dirigido al Papa. Advertencias de una severidad sin precedentes en los cinco años de pontificado de Francisco (en la foto, en el set de Wim Wenders).
Los antecedentes se pueden leer en este post de Settimo Cielo del 2 de  mayo, vigilia de la confrontación entre las partes contrarias, convocadas por el Papa en Roma:
El encuentro entre los cardenales y los obispos alemanes y las autoridades vaticanas ha tenido lugar el 3 de mayo en la sede de la congregación para la doctrina de la fe, y se ha concluido sin haber tomado ninguna decisión. Por la noche, un lacónico comunicado ha informado sólo de que "el papa Francisco aprecia el esfuerzo ecuménico de los obispos alemanes y les pide que encuentren, en espíritu de comunión eclesial, un resultado posiblemente unánime".
Y ha sido precisamente esta petición del Papa a los obispos alemanes de proseguir el debate, finalizándolo con una votación, lo que ha hecho reaccionar a algunos cardenales de primerísimo nivel, convencidísimos que las cuestiones de fe no se pueden resolver con votaciones y sin la implicación de la Iglesia universal.
*
El primero de ellos es el cardenal Willem Jacobus Eijk, arzobispo de Utrecht.
"La respuesta del Santo Padre es totalmente incomprensible", ha escrito sin rodeos en una nota publicada en los Estados Unidos en el "National Catholic Register", en Italia en "La Nuova Bussola Quotidiana" y en España en "InfoVaticana".
Y ha explicado:
"Ahora, el Santo Padre ha informado a la delegación de la Conferencia episcopal alemana que deben discutir de nuevo el borrador de las propuestas para redactar un documento pastoral sobre, entre otros temas, la administración de la Comunión, e intentar buscar la unanimidad. ¿Unanimidad sobre qué? […]. La práctica de la Iglesia católica, basada en su fe, no está determinada y no cambia estadísticamente cuando una mayoría de una conferencia episcopal vota en favor de ella, incluso si es unánimemente".
Y sigue:
"El Santo Padre debería haber dado a la delegación de la Conferencia episcopal alemana directrices claras, basadas en la doctrina y práctica claras de la Iglesia. Y sobre esta base, a la mujer luterana que, el 15 de noviembre de 2015, le preguntó si podía recibir la comunión con su esposo católico, le debería haber respondido que no es aceptable, en lugar de sugerir que podía recibirla en base a su ser bautizada y de acuerdo con su conciencia. Al no aclarar la cuestión, se está creando gran confusión entre los fieles y se está poniendo en peligro la unidad de la Iglesia".
Eijk se refiere a la tortuosa respuesta -sí, no, no sé, decidid vosotros- que Francisco dio a esa mujer protestante, y que se puede volver a escuchar en este vídeo del Centro Televisivo Vaticano, en lengua original con traducción al inglés:
Y he aquí la dramática conclusión a la que llega el cardenal holandés, citando un inquietante pasaje del catecismo:
"Viendo que los obispos y, sobre todo, el Sucesor de Pedro fracasan en su deber de mantener y transmitir fielmente y en unidad el depósito de la fe contenido en la Sagrada Tradición y la Sagrada Escritura, no puedo no pensar en el artículo 675 del Catecismo de la Iglesia Católica: 'Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes. La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra desvelará el 'misterio de iniquidad' bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad'".
*
Otro cardenal que ha reaccionado duramente es Gerhard L. Müller, anterior prefecto de la congregación para la doctrina de la fe.
Comentando en el "National Catholic Register" el resultado de la cumbre del 3 de mayo, Müller ha lamentado la ausencia de una respuesta clara acerca de una cuestión que es "el pilar de nuestra fe,  la eucaristía". Una respuesta que era justo esperar del Papa, cuyo deber es precisamente "confirmar la fe" y "dar una orientación clara", no "a través de opiniones personales, sino de acuerdo con la fe revelada".
No es admisible -ha proseguido Müller- que una conferencia episcopal vote contra una doctrina que es "elemento fundamental" de la Iglesia. No es posible estar "en comunión sacramental sin comunión eclesial", porque si se destruye este principio, entonces también "se destruye la Iglesia católica".
"Debemos oponernos a esto", ha afirmado Müller. "Espero que más obispos alcen su voz y cumplan con su deber. Cada cardenal tiene el deber de explicar, defender, promover la fe católica, no según sus sentimientos personales o las corrientes de la opinión pública, sino leyendo el Evangelio, la Biblia, las Sagradas Escrituras, los Padres de la Iglesia. Debe conocer todo esto, incluidos los concilios, y debe estudiar a los grandes teólogos del pasado. Debe ser capaz de explicar y defender la fe católica sin utilizar sofismas argumentativos que sean del agrado de todos y que gusten a cada uno".
Müller espera que la congregación para la doctrina de la fe pueda desarrollar su tarea de "guía del magisterio del Papa": tarea que Francisco siempre ha evitado, tanto en el pasado, cuando Müller era el prefecto de la congregación, como ahora, que lo es el  jesuita español Luis Ladaria. "Hay que fomentar una mayor claridad y valentía", ha concluido el cardenal.
*
Además, el excelente vaticanista Edward Pentin ha reunido, de  nuevo en el "National Catholic Register", los comentarios de una fuente cercana a los dos obispos alemanes que, en la cumbre vaticana del 3 de mayo, representaban a los que habían hecho un llamamiento a la Santa Sede contra la concesión de la comunión a los cónyuges protestantes: el cardenal arzobispo de Colonia, Rainer Woelki, y el obispo de Ratisbona, Rudolf Voderholzer.
"La respuesta oficial es que no ha habido ninguna respuesta" se ha lamentado esta fuente, comentando el resultado de la cumbre del 3 de mayo. "La congregación para la doctrina de la fe ha sido reducida al papel de cartero", es decir, de mero mensajero de la no respuesta de Francisco. El cual, a su vez, "no ha cumplido con su obligación de Papa respecto a un punto del dogma sobre el cual es su deber decidir" y "confirmar la fe".
En los próximos meses -ha añadido la fuente-, cuando la discusión continúe en la conferencia episcopal de Alemania, como ha querido el Papa, "nuestra tarea será reforzar" y ampliar el número de obispos que se oponen a la comunión a los cónyuges protestantes. "Será una batalla larga y la llevaremos a cabo con determinación".
De hecho, lo que se perfila es una "revolución eclesiológica. El problema real no es la cuestión en sí misma, sino el rechazo del Papa de cumplir con sus obligaciones de [sucesor de] Pedro, algo que puede tener graves consecuencias. Pedro ya no es la roca que era, sino que es un pastor que dice a sus ovejas: 'Id y buscad vosotros algo de comer'".
*
¿Y Francisco? Es fácil prever que, como es habitual en él, no reaccione a las advertencias de estos cardenales. No ha respondido a los cinco "dubia"concernientes a "Amoris Laetitia" y la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar.  No ha respondido a los cuatro "dubia" sobre la comunión a los cónyuges protestantes. En el primer caso ha callado, en el segundo ha dicho que se siga debatiendo. Sin embargo, filtra su pensamiento que, en ambos casos, es favorable a lo nuevo. Pero lo que le importa no es conseguir enseguida el resultado. A él le basta que se ponga en marcha el "proceso" de cambio. Un número cada vez mayor de cardenales y obispos ve en ello el riesgo de ruptura de la unidad de la Iglesia sobre cuestiones centrales de la fe católica. Pero para él, la Iglesia debe ser claramente así: "poliédrica", con muchas facetas. En resumen: en pedazos.
*
Mientras tanto, en Alemania, la ulterior discusión que desea el Papa ya ha iniciado y las posiciones siguen siendo contrapuestas: