¿Comunión a protestantes? Fco no defiende la Doctrina



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Sobre la propuesta de los obispos de la iglesia alemana, la falta de decisión de Fco. es reveladora


Hace algunas semanas nos dijeron, por fuentes que generalmente son confiables, que la Congregación para la Doctrina de la Fe había rechazado la propuesta de los obispos alemanes de administrar la Comunión a los cónyuges no católicos. También se nos informó de que el Papa Francisco había aprobado la decisión de la CDF.

Evidentemente, ese informe fue erróneo. O si fue real en ese momento, la decisión ahora ha sido rescindida.

Ahora, el Papa ha ordenado a los obispos alemanes que busquen consenso, unanimidad sobre la disputada cuestión, en aras de la "comunión eclesial".

Tres observaciones:

1) El papel del Romano Pontífice es resolver disputas entre los obispos del mundo. Aquí hay una disputa. El Papa no lo ha resuelto; le dijo a los obispos involucrados que intenten resolverlo por sí mismos.

2) En su súplica al Vaticano, la minoría de obispos alemanes que se opusieron a la nueva política argumentó (que dar la comunión a los cónyuges protestantes) era imposible porque sería incompatible con la enseñanza de la Iglesia. (¿Me culparías por sospechar que la CDF se puso del lado de la minoría y el Papa optó por anular, o al menos suspender, la decisión?) Si el problema se enmarca como una cuestión de si la propuesta puede conciliarse o no con la enseñanza de la Iglesia, tiene poco sentido enviar a los obispos alemanes de vuelta a casa con el mandato de encontrar la unanimidad; no pueden reconciliar lo irreconciliable.  Y así, el Papa, al negarse a tomar una decisión, ha tomado ya una decisión.

3) Al presionar a la jerarquía alemana para que llegue a un consenso, la falta de decisión del Papa ejerce una presión adicional sobre la minoría que se resistió a las nuevas normas. Si el objetivo es la "comunión eclesial" en lugar de la pureza doctrinal, es fácil ver qué lado se espera que ceda terreno.

Puede haber más en la historia de lo que el Vaticano ha anunciado. Tal vez los obispos alemanes hayan recibido más instrucciones sobre cómo alterar su propuesta, adaptándola a las enseñanzas existentes de la Iglesia. Pero la no-decisión del Vaticano no parece que refuerce esto.