El card Dolan, Rihanna y el banquero

La "Virgen Dolorosa", la natividad como tocado o un traje de obispesa, fueron algunos de los trajes para la ocasión


María Ferraz

La gala que depende del Museo Metropolitano de Nueva York (los oscars de la moda), que este año algunos han tildado de surrealista, ha banalizado la fe católica y algunos de sus iconos más sagrados: la corona de espina, el corazón traspasado de María, mitras, cruces, ángeles, la natividad... es decir, la fe que contiene todo lo que Dios ha revelado para guiarnos al Cielo. 

Caricaturizar el crucifijo, como han hecho muchos de los invitados, usándolo como un simple adorno desligado de la religión, del sufrimiento y muerte de Cristo, es al menos irreverente, al quedar asociado a la provocación de unos famosos que escandalizan habitualmente al mundo con su vida privada y sus espectáculos semipornográficos, cuando no directamente blasfemos, los mismos que incluso han ostentado símbolos masónicos o luciferinos en ocasiones anteriores.

La cantante Rihanna llevó una minifalda con capa, a juego con una mitra de obispo. Sorprende que esta representación burlesca de lo que es un obispo, un sucesor de los apóstoles, pueda suscitar la guasa del card Dolan. También sorprende la exhibición de ropa clerical femenina en una exposición que recogió, al mismo tiempo, unos objetos y vestimentas eclesiales cedidos por la sacristía de la capilla Sixtina. Quizá se pueda explicar por el hecho de que un banco de inversión haya subvencionado una parte del evento además de ser el mayor patrocinador de la Arquidócesis de Nueva York.
¿Qué le pasa a la Iglesia? Además de perder su idiosincrasia espiritual ha vendido lo último que le quedaba, las apariencias. Muy mal signo es que ni eso sea ya promovido al respeto, señal es que la misión de la Iglesia, al menos en la diócesis de Nueva York, está muy alejada del mandato original de Jesucristo.



                         No faltó tampoco la reivindicación homosexualista

Durante la gala MET:
The Catholic Herald/lifeSiteNews
PRESENTADOR: Vi un par de celebridades ... Rihanna llevaba mitra.
DOLAN: Sí. De hecho, la noticia decía que llevaba una tiara, que ... no. Ella llevaba una mitra. Y, sabes, ella me la devolvió esta mañana. [Risas] Estaba haciendo broma a mis Auxiliares, que estaban bromeando por Rihanna, y les dije: 'Oigan, ustedes no deberían quejarse, porque ella se ofreció para hacer algunas Confirmaciones. [Risas] Ella fue muy amable. Todo el mundo lo fue, no podía creerlo.
En el contexto - y dado el carácter jovial del Cardenal Dolan - la observación es obviamente una broma. La arquidiócesis me lo confirmó por correo electrónico.
Sería una pena que los cardenales sintieran que no podían hacer una broma surrealista. Y la historia ilustra el peligro al que se enfrentan todos los periodistas en la era de Internet, donde las historias se propagan antes de poder controlarse adecuadamente.

Pero este puede ser uno de esos casos en que un error revela una verdad incómoda. La historia sonaba casi plausible, porque era tan surrealista para un cardenal acudir a la Gala en primer lugar, o para el Coro de la Capilla Sixtina para cantar en un evento que también incluyó a Madonna interpretando "Like a Prayer".

El cardenal Dolan no le prestó a Rihanna su mitra. Pero él y el Vaticano pueden haber otorgado al evento más credibilidad de lo que se merecía.

Ropa clerical para mujeres inspirada en lo que usan los sacerdotes y obispos, exhibida en el desfile de modas de "Heavenly Bodies".

La exposición fue posible gracias a Christine y Stephen A. Schwarzman y Versace, según la información del sitio web.

El CEO de Blackstone* Group, el multimillonario Schwarzman dio una donación de $ 5 millones para el evento, también él es uno de los mayores patrocinadores financieros de la arquidiócesis de Nueva York.

"40 obras maestras eclesiásticas de la sacristía de la Capilla Sixtina, muchas de las cuales nunca se han visto fuera del Vaticano", según el Met, "Abarcando más de 15 papas desde el siglo XVIII hasta principios del siglo XXI ..."

El préstamo de las vestimentas de la Capilla Sixtina llegó con la autorización de altos funcionarios del Vaticano.

*The Blackstone Group es un banco de inversión estadounidense fundado en 1985 por Peter G. Peterson y Stephen A. Schwarzman, ambos provenientes del banco de inversión Lehman Brothers