María habla del Dragón Rojo y de los Últimos Tiempos


Vídeo del mensaje al Padre Gobbi sobre la batalla final:



Extractos:

Padre Gobbi, Milán, Italia, 1972:

Mi Iglesia será sacudida por el viento impetuoso de la apostasía y de la incredulidad, mientras aquel que se opone a Cristo entrará en su interior, llevando así a cumplimiento la abominación de la desolación que os ha sido predicha por la Divina Escritura. Mi adversario se jactará un día de cantar completa victoria sobre el mundo, sobre la Iglesia, sobre las almas.

MI SECRETO Fátima Padre Gobbi

11/03/1995: «Por esto hoy, en el mismo lugar donde me aparecí, quiero manifestaros mi secreto. Mi secreto concierne a la Iglesia. En la Iglesia se llevará a cabo la gran apostasía, que se difundirá por todo el mundo; el cisma se realizará en el general alejamiento del Evangelio y de la verdadera fe. En ella entrará el hombre de iniquidad, que se opone a Cristo, y que llevará a su interior la abominación de la desolación, dando así cumplimiento al horrible sacrilegio del cual habló el profeta Daniel (Mt. 24,15). 


Mi secreto concierne a la humanidad. La humanidad llegará al culmen de la corrupción y de la impiedad, de la rebelión contra Dios y de la abierta oposición a su Ley de amor. Ella conocerá la hora de su mayor castigo, que ya os predijo el profeta Zacarías. (Zac. 13, 79).»

"Cuando este Papa (Juan Pablo II) haya cumplido la misión que Jesús le ha encomendado y Yo baje del Cielo para acoger su sacrificio, todos seréis envueltos por una densa tiniebla de apostasía que entonces llegará a ser general. Fuente: "A los Sacerdotes, hijos predilectos de la Santísima Virgen", Padre Stefano Gobbi.
Esta infiltración masónica dentro de la Iglesia, ya os ha sido predicha por Mí en Fátima, cuando os anuncié que Satanás se introduciría hasta el vértice de la Iglesia.

Si el objetivo de la masonería es el de conducir a las almas a la perdición, llevándolas al culto de falsas divinidades, el fin de la masonería eclesiástica, en cambio, es el de destruir a Cristo y a su Iglesia, construyendo un nuevo ídolo, es decir, un falso Cristo y una falsa Iglesia.