Acto heroico de caridad en favor de las almas del Purgatorio



Hay un Heroico Acto de Caridad que consiste en la ofrenda completamente desinteresada a Dios de todo el valor satisfactorio de las oraciones y buenas obras de uno, más el valor de las que otros puedan ofrecernos después de la muerte, en beneficio de las almas en Purgatorio

El "valor satisfactorio" de un buena obra es su valor con respecto a compensar nuestros pecados y reducir nuestra estancia en el Purgatorio. Sin embargo, el "valor meritorio" de nuestras buenas obras es inalienable, es decir, nuestros méritos, que nos otorgan el derecho de aumentar la gloria en el Cielo, no se pueden aplicar a nadie más. Además, una persona que ha hecho el Acto Heroico aún puede orar por sí misma, por sus amigos y por otras intenciones.
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Este Acto es revocable a voluntad y no es un voto. Su ratificación real depende de la voluntad de Dios. Al hacer que este acto actúe con pureza de intención, uno confía en la misericordia de Dios y en las oraciones de la Comunión de los Santos para ayudar a su alma después de la muerte. El Acto Heroico fue aprobada y alentada por el Papa Benedicto XIII [1724-1730].


Completo con comentario de lectora:
Finalmente, no pensemos que nos someteremos a un largo y espantoso purgatorio con esta cesión de nuestros sufragios en favor de los difuntos. Si bien es cierto que, en esencia, esta práctica implica una disposición a asumir las terribles penas del purgatorio por amor del prójimo, es inconcebible que tan generosa alma sea abandonada a un purgatorio largo. Pensar de esta manera, como dice san Luis María de Montfort, es pensar indignamente de Jesús y María.

Este hecho se demuestra con una historia de santa Gertrudis contada por el P. Shouppe. La santa, estando en la hora de la muerte y considerando los pecados de su vida, temía que, habiendo hecho tanto por las almas en el purgatorio, ya hubiera agotado sus satisfacciones y sería abandonada a sufrir mucho en el purgatorio. Nuestro Señor se dignó a aparecérsele a fin de consolarla con estas palabras: “La generosa donación que de todas tus obras has hecho para las santas almas me han agradado singularmente; y para darte prueba de ello, declaro que todas las penas que habrías tenido que perdurar en la otra vida son condonadas; además, en recompensa por tu generosa caridad, de tal manera realzaré el valor de los méritos de tus obras que te aumentarán la gloria en el cielo” (p. 208)

LA FÓRMULA DEL ACTO HEROICO

Oh santa y adorable Trinidad, deseando cooperar en la liberación de las almas en el purgatorio, y para testificar mi devoción a la Santísima Virgen María, cedo y renuncio en favor de esas santas almas toda la parte satisfactoria de mis obras, y todos los sufragios que puedan dárseme después de mi muerte, y las encomiendo enteramente en las manos de la Santísima Virgen, para que pueda aplicarlas según le plazca a esas almas de los fieles difuntos que desea librar de sus sufrimientos. Dígnate, Dios mío, aceptar y bendecir esta ofrenda que hago para ti en este momento. Amén.
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