Cardenal Burke: su visión sobre la inmigración ilegal (y sobre la doctrina de la Iglesia en ciertos aspectos) no coincide con la de Bergoglio ni con la de los obispos de EEUU, que están haciendo una feroz campaña contra la política migratoria de Trump, llegando a amenazar con la excomunión a aquellos que defiendan la separación de los hijos de sus padres -que delinquen al entrar ilegalmente en este país-. Dicen que es un tema sobre la vida, (Francisco ha nivelado la defensa del no nacido con la vida de los inmigrantes en Gaudete/E) y por eso acuden a la excomunión. Sin embargo su hipocresía se pone de manifiesto ya que aceptan sin problemas a políticos reconocidamente abortistas a comulgar.
Y es que el dinero está en juego: reciben ayudas por hacerse cargo de los inmigrantes. La postura de Burke también es contraria a la de Soros.
El cardenal aclaró que la hospitalidad para las personas necesitadas no significa que la nación que los recibe tiene la obligación de aceptar indiscriminadamente a todo aquél que llega a sus fronteras.
Al hablar el 19 de junio en EWTN, agregó que es necesario distinguir si los inmigrantes son refugiados o vienen por propia iniciativa. Esto último puede ocurrir a expensas de la nación huésped.
Como ejemplo, él mencionó a Italia, un país que ha estado recibiendo inmigrantes en mucha mayor cantidad que lo que este Estado puede atender.
María Ferraz/es.news