Fenómenos sobrenaturales en Akita




Katsuko Sasagawa (imagen inf), nacida en 1931, es una religiosa contemplativa japonesa convertida del budismo, a quien se ha aparecido la Virgen en varias ocasiones. En 1973, dos meses después de entrar en el convento de Akita (Japón), estando sola delante del Santísimo Sacramento, se abrió el sagrario y la envolvió una luz increíblemente brillante. Otras veces más, ha visto esta luz indescriptible, que sale del sagrario. En esos momentos, ella siente una alegría y una felicidad, que no puede expresar con palabras. La tercera vez, vio también una multitud inmensa de ángeles ante el sagrario, en un espacio que parecía abrirse al infinito. Y ella dice: "La luz de la hostia era tan brillante que no podía mirarla y cerrando los ojos me prosterné hasta el suelo".




El 29 de junio de 1973, mientras el obispo (a quien le había contado todo) celebraba la misa en la capilla, se le apareció el ángel custodio a su derecha. El ángel tenía la apariencia de una señora, hecha de luz, que la acompañaba en la oración. Su voz, dice, era magnífica, pura y resonaba en su cabeza como un verdadero cielo. Durante la misa, el ángel la consagró como víctima de amor a Jesús, y en su mano derecha apareció una herida que comenzó a sangrar. Pidió explicaciones al ángel y éste le sonrió, diciendo: "Una herida semejante a la tuya se manifestará en la mano derecha de la imagen de la Virgen y será muchísimo más dolorosa".

Esta imagen de la Virgen que tenían en la capilla era de madera con rasgos japoneses, y había sido hecha por un artista budista. Comenzó a sangrar en su mano derecha hasta el 29 de setiembre de 1973, fiesta del arcángel San Miguel, patrón del Japón.

El 4 de enero de 1975 la imagen de la Virgen comenzó a llorar y a derramar lágrimas de sangre, dando lugar al primero de los milagros, al cual han asistido millones de japoneses de diversas religiones a través de la televisión. El obispo declaró que se trataba de un verdadero milagro. Este fenómeno continuó hasta el 15 de setiembre de 1981, día de la última de las 101 lacrimaciones de sangre humana. Su ángel le explicó el significado del número 101. El 0 simbolizaba al Dios eterno. El primer 1 simbolizaba a Eva y el segundo a María, porque el pecado se originó en una mujer y la salvación vendrá también por otra mujer, María.

Ella ama muchísimo a su ángel custodio, a quien ha visto en muchas ocasiones. El 2 de octubre de 1973, fiesta de los ángeles custodios, durante la misa, al momento de la consagración, se le aparecieron ocho ángeles que oraban delante de la hostia luminosa. Eran los ángeles custodios de las ocho religiosas de la comunidad. Estaban de rodillas en torno al altar, formando un semicírculo. No tenían alas y su cuerpo tenía una luz misteriosa y brillante. Los ocho adoraban al Santísimo Sacramento con gran devoción. Y ella dice: "Al momento de la comunión, mi ángel me invitó a avanzar, pudiendo distinguir claramente a los ángeles custodios de las ocho religiosas de la comunidad. Daban la impresión de guiarlas con gentileza y afecto. Fue para mí mejor que cualquier explicación teológica. Por eso, creo firmemente en la existencia de los ángeles custodios".

Padre Peña