El jesuita James Martin, consejero vaticano para las comunicaciones y activista pro homosexual, alaba el folleto de su parroquia que afirma a los gays activos. Es un invitado principal del Encuentro Mundial de las Familias de Dublín, que desde que se organizó está introduciendo la normalización de la sodomía
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CIUDAD DE NUEVA YORK, 22 de junio de 2018 (LifeSiteNews) - El P. James Martin, SJ, aplaudió la publicación en su propia parroquia de un folleto que busca una mayor normalización de la actividad sexual gay dentro de la Iglesia Católica.
El "Ministerio de católicos y amigos LGBT" en la Iglesia St. Ignatius Loyola de la ciudad de Nueva York emitió "Being LGBT And Catholic", una colección de 32 páginas de breves testimonios sobre cómo los gays sexualmente activos pueden `estar como en casa´ dentro de la parroquia de un vecindario.
En un tweet lleno de orgullo, Martin, editor de la revista estadounidense dirigida por los jesuitas y consultor de la oficina de Comunicaciones del Vaticano, conocido por su polémico apoyo a la afirmación de la homosexualidad, dijo:
El folleto revela que este ministerio parroquial no se parece al Apostolado de Courage que ayuda a los católicos atraídos por el mismo sexo a vivir vidas castas.
"Somos un grupo de feligreses LGBT y familiares y amigos de personas LGBT", comienza una explicación de los objetivos del grupo. "Somos un ministerio parroquial de, por y para nuestras hermanas y hermanos lesbianas, gays, bisexuales y transgénero en Cristo".
El folleto contiene "cuatro relatos en primera persona de cómo se desarrolló el camino de la fe como católico gay (activo) para algunos miembros de este ministerio", según una declaración introductoria. El folleto también contiene dos relatos de "lo que significa ser padre de un niño gay".
La historia más larga cuenta la historia de Michael, quien en 1979 se mudó a Nueva York cuando tenía poco más de 20 años y contrajo el VIH de una de sus muchas parejas sexuales.
Habla gráficamente de la naturaleza debilitadora de la enfermedad que ha padecido durante 32 años, y los horrendos efectos secundarios de la medicación que ha tenido que tomar para evitar la muerte.
"Todavía tengo problemas gigantescos con la enseñanza de la Iglesia sobre la sexualidad humana y la teología del cuerpo", dice. "Nunca me sentí avergonzado por mi propia encarnación".
Lou, junto con un hombre al que llama su "esposo", se sintieron atraídos a convertirse en feligreses en San Ignacio de Loyola en 2017 después de leer el libro de Martin, `Construyendo un puente.´
Otro hombre que cuenta su historia en el folleto dice que planea casarse con su compañero este año.
La persona más joven en contar su historia, Marcos, es un muchacho de 17 años que "salió del armario" mientras cursaba el segundo año de secundaria. Él dice: "Quiero aprender cómo encarnar realmente ser gay y católico".
Su padre, Iván, cuenta su lado de la historia en una entrada separada, diciendo que "eligió salir como el padre de un hombre gay".
"Mi hijo nació gay", afirma Iván. "Esa es una lección importante que aprendí". (NT: Como también ha dicho equivocadamente Bergoglio)
Iván luego reitera la falsedad que acaba de decir: "Mi hijo no eligió ser gay; mi hijo nació gay. Esto es parte de su ser ".
"Sueño con el día en que Marcos nos presente a nuestro nuevo yerno", agrega Iván. "Espero caminar junto con mi hijo por el pasillo (en la boda)".
Estas historias reflejan un ministerio parroquial que ignora las enseñanzas de la Iglesia sobre la sexualidad y comete una grave injusticia con quienes pretende apoyar.