Card. Farrell: hable por usted



Siempre me enseñaron a respetar al clero. A darles el beneficio de la duda. Si la crítica es necesaria, que sea lo más suave posible. Pero, ¿qué hacemos cuando el clero se ataca? Los comentarios recientes del Cardenal Kevin Farrell sobre que los sacerdotes carecen de credibilidad para preparar a las parejas para casarse equivalen a un ataque a cada sacerdote en la cristiandad. Él hace una crítica innecesaria, de una manera dura. Lo peor, sus comentarios no respetan el cargo sacerdotal en sí. Una breve mirada a los antecedentes del Cardenal, pueden ayudar a explicar sus comentarios, por muy equivocados que sean.

Repasemos los comentarios del Cardenal:

Durante una entrevista ... el cardenal Kevin Farrell, prefecto del Dicasterio del Vaticano para Laicos, Familia y Vida, dijo que "los sacerdotes no son las mejores personas para entrenar para el matrimonio". "No tienen credibilidad; ellos nunca han vivido la experiencia; pueden conocer la teología moral, la teología dogmática en teoría, pero pasar de allí a ponerla en práctica todos los días ... no tienen la experiencia."

Farrell parece unirse a los críticos no católicos del clero célibe. Pero estas críticas se enfocan en el error. El escándalo no viene del clero célibe. Después de todo, muchos de los apóstoles de Jesús eran célibes. El mayor escándalo de hoy viene por violar el celibato clerical.

Lo que me lleva a un curioso detalle en los antecedentes de Farrell, según lo informado por la Agencia Católica de Noticias:

En 2002, Farrell se convirtió en obispo auxiliar de Washington y se desempeñó como moderador de la curia y vicario general, una función asesora principal, del cardenal Theodore McCarrick, con quien Farrell vivía en un renovado edificio parroquial en el barrio Kalorama de Washington.
Los principales medios de comunicación han revelado décadas del acoso sexual de McCarrick a estudiantes de seminario. Algunos han ido tan lejos como para decir que "todos sabían" sobre la conducta de McCarrick.


Tal vez esto explique la duda de Farrell acerca de la competencia de sus hermanos sacerdotes para preparar a las parejas para el matrimonio. Quizás algunos sacerdotes que Farrell conoce "no tienen credibilidad" para preparar parejas para el matrimonio, incluso algunos formados bajo el obispo McCarrick. Podríamos decir que algunos de ellos están "deformados" o "malformados".

Por ejemplo, la historia del sacerdote A se publicó en dos fuentes separadas. Él fue el objeto del acoso de McCarrick. Él mismo pasó a tener problemas sexuales y finalmente abandonó el sacerdocio. Estar formado por alguien como McCarrick podría dejar cicatrices que afecten el sacerdocio de un hombre.


No todos los sacerdotes se han deshonrado a sí mismos. Ni a todos los sacerdotes se les ha torcido su formación por sus superiores. Por cada historia de escándalo sobre la que leemos, hay muchas más historias de santidad y gracia que nunca llegan a los titulares.

En cualquier caso, el clero verdaderamente célibe tiene una gran credibilidad. Tienen mucho que ofrecer a las parejas jóvenes que se preparan para el matrimonio: su experiencia de una vida de amor total y abnegado. Las parejas jóvenes necesitan esta preparación para el matrimonio, tanto como las habilidades de comunicación y los consejos presupuestarios. Los comentarios del Cardenal Farrell pusieron a todos los sacerdotes en la misma canasta. Sus comentarios perjudican más gravemente a los sacerdotes verdaderamente célibes y abnegados.

No tengo dudas de a quién apoyo en este enfrentamiento entre un cardenal que hace declaraciones infundadas y el resto del clero. Todo lo que puedo decir es: "Hable por usted, cardenal Farrell".