Relaciones Públicas para apoyar a un Papa en caída libre





María Ferraz

Katy Perry asegura que regresó a Dios… ¡tras conocer al Papa Francisco! y añadió: “Soy fan del Papa Francisco. Es una combinación de compasión, humildad, serenidad y rechazo. Es un rebelde- un rebelde por Jesús”, declaró a Vogue. 

Este titular me provoca una mueca de sarcasmo. Parece más bien un intento de dar popularidad a un Bergoglio que ha perdido el favor de muchos católicos, como se demuestra en la cada vez más exigua asistencia a sus audiencias y otros actos públicos, cuando no son amañados con grupos determinados para llenar los asientos. Y es que los europeos no tragan más con el mantra de acoger a los inmigrantes a toda costa y demás directivas comunistoides.

Katy Perry, famosa por su afirmación de que vendió su alma al diablo a cambio de fama, que convive con Orlando Bloom sin casarse, que hace apología del canibalismo, y es más, consta como cliente en el restaurante Cannibal de Los Ángeles* al que sólo accede cierta élite elegida, y cuyo menu consiste en "carne y vísceras de jóvenes saludables", es además practicante de la meditación New Age. 

Perry fue requerida por la facción iluminati del Vaticano para hacer propaganda de dicha técnica. Sabido es que la cantante es aficionada a twittearse con brujas wicannas,  es promotora del lesbianismo y la homosexualidad en general, hace el signo satánico de la mano cornuda frente a audiencias infantiles. Pero todo eso se le ha pasado de repente al contactar con la santidad apabullante de Bergoglio, ese que dice que `él no pretende convertir a nadie´ (o al menos a los ateos), que hay que desterrar la palabra proselitismo, y demás chorradas. 

Además, los hechos lo corroboran: 

A Tony Palmer, un protestante que quería unirse a la Iglesia católica, Bergoglio se lo desaconsejó por el "bien" del ecumenismo, pero no ciertamente por el de su alma. Murió al cabo de pocas semanas.

Scalfari, el ateo del periódico izquierdista italiano La Repubblica, afirmó que Francisco le había dicho que no pretendía convertirlo a Dios. 

En otros encuentros con famosos que viven públicamente en contradicción abierta con varios Mandamientos de la ley de Dios, éstos dicen salir de la cita con Francisco animados a seguir pecando, eso sí, con ganas perentorias de ir a comulgar (caso del travesti español). Todo un éxito del supuesto vice Cristo

Y es que el aparato de propaganda de Francisco requiere de nuevo combustible, así que echa mano de la cantante más rebelde para enganchar a los mundanos con la neo iglesia de barra libre, sin necesidad de que se conviertan, y desalojar, de paso, a unos cuantos católicos conservadores del barco de la Iglesia que ya no soportan más a Bergoglio, pero que lastimosamente, acaban con su vida espiritual para siempre. Así se matan dos pájaros de un tiro.