Schonborn comienza a dinamitar la Humanae Vitae



El sitio web oficial de los obispos austríacos bajo la supervisión del cardenal Christoph Schönborn, así como su propio sitio web diocesano, ha publicado una serie de artículos a la luz del 50 aniversario de la promulgación de la encíclica Humanae Vitae del Papa Pablo VI. Estos artículos presentan un importante menoscabo de las enseñanzas esenciales de la Iglesia, tal como se establecieron en Humanae Vitae, incluso poniendo en duda la permanente ilegalidad de la anticoncepción.

El Cardenal Schönborn es el "obispo de los medios" de la Conferencia de Obispos de Austria y, como tal, es oficialmente el editor de Kathpress, el sitio web de noticias de la Conferencia de Obispos. También es responsable, como arzobispo de Viena, de lo que publica su sitio web diocesano.


Kathpress publicó, el 12 de julio, un dossier con seis artículos, la mayoría de los cuales socava una parte esencial de la enseñanza de Humanae Vitae, a saber, que la anticoncepción artificial es inmoral. 


Uno de estos artículos, titulado "Teólogo moral: Desarrollar más la Humanae Vitae", es una revisión de un nuevo libro sobre Humanae Vitae y Amoris Laetitia escrito por el teólogo moral progresista Profesor Martin Lintner (Brixen, Italia). Lintner propone abandonar la propuesta del Papa Pablo VI de permitir la Planificación Familiar Natural como único método aceptable en un matrimonio para evitar (por causas graves) un embarazo. El intento de Juan Pablo II de prohibir la anticoncepción artificial, sin excepción, fue, según Lintner, "no convincente finalmente". Lintner ahora insiste en que la Iglesia "tiene que tomar en cuenta las decisiones de conciencia de parte de los fieles, e incluir su las reflexiones como una posible fuente de comprensión moral ". En su opinión, es legítimo preguntarse si cada acto matrimonial realmente debe estar abierto a la acogida de los niños. (...)

Él pregunta si ciertos argumentos a favor de la planificación familiar natural "son suficientes para prohibir, categóricamente, el uso de la anticoncepción artificial".

Este preocupante artículo también fue publicado por el propio sitio web diocesano del Cardenal Schönborn, pero sin ninguna referencia a Kathpress como su fuente.


Otro artículo de Kathpress, también publicado por la Diócesis de Viena, es una entrevista con Martina Kronthaler, secretaria general de "Aktion Leben" ("Action Life"), una organización austríaca de asesoramiento no católico para mujeres embarazadas. Para ella, no es obvio qué método se aplicará para "evitar un embarazo no deseado" (en palabras de Kathpress). Los métodos naturales como lo recomienda Humanae Vitae, no es un sistema correcto para todas las mujeres. "Quien desea evitar el aborto debe ser informado sobre todos los diferentes métodos de regulación de la concepción y la anticoncepción", afirma. Al preguntarse qué queda de Humanae Vitae, Kronthaler se refiere explícitamente a Amoris Laetitia (82) del Papa Francisco: "cuando se evalúan moralmente los métodos, se debe respetar la dignidad de la persona".


En un tercer artículo bastante heterodoxo publicado por Kathpress, se entrevista al profesor Eberhard Schockenhoff (Freiburg, Alemania). Es un teólogo moral como el profesor Lintner, y ambos están a la vanguardia de otra revolución moral dentro de la Iglesia. Schockenhoff afirma que: "Creo que uno se ha dado cuenta de que es un camino equivocado" insistir en la planificación familiar natural como el único método aceptable para evitar la concepción sin dejar de entablar relaciones conyugales.


Schockenhoff también afirma que, hoy en día, se pone mucho menos énfasis en la infalibilidad de las instrucciones magisteriales. Francis, por ejemplo, se abstuvo de usar "precisión normativa" como se puede encontrar en Humanae Vitae, y se ha limitado a enfatizar la dignidad humana con respecto a "la regulación de la concepción" ("Empfängsregulierung"). Además, Francisco no hace ninguna condenación, según este teólogo moral. Hoy, los líderes de la Iglesia están más interesados en enfatizar temas como la lealtad conyugal, el respeto y la consideración. Esto es, a los ojos de Schockenhoff, el "sentido real" de Humanae Vitae, que aún mantiene la jerarquía. "Un Papa no puede simplemente corregir a su predecesor y decir que estaba equivocado, sino que simplemente trata de no exigirlo [cierta conducta moral] con la misma intensidad y sentido de obligación ", dice Schockenhoff. 


Otro artículo publicado solo en el sitio web de la Arquidiócesis de Viena describe la historia de Humanae Vitae y su crítica negativa, ofrecida independientemente por varias conferencias episcopales, tales como la Conferencia Episcopal de Austria, que, en 1968, emitió el "Mariatroster Erklärung" (Declaración de Mariatrost). Estas declaraciones propusieron dar más libertad a la conciencia individual cuando se trata de elegir métodos anticonceptivos. El documento de Mariatrost también cuestionó la infalibilidad de la encíclica del Papa Pablo VI. 


Es digno de notar que el mismo Cardenal Schönborn, en 2008 -bajo el pontificado del Papa Benedicto XVI- hizo una fuerte crítica pública del ese rechazo de la enseñanza esencial de Humanae Vitae, afirmando que condujo a un debilitamiento del compromiso de la vida de parte de la Iglesia. El cardenal austríaco y el consejero pontificio luego hablaron adecuadamente sobre el triple "no" de Europa a su futuro: el rechazo de la encíclica Humanae Vitae, la legalización del aborto y, finalmente, la promoción de las uniones entre personas del mismo sexo. Uno nunca debería haber dicho "no" a Humanae Vitae, continuó el cardenal. 


Como se puede ver en este reciente socavamiento de Humanae Vitae publicado en sitios eclesiales austriacos bajo el propio Schönborn, el arzobispo parece haber olvidado sus propias palabras anteriores o ha cambiado su posición. Este desarrollo es aún más lamentable en la medida en que Europa está muriendo demográficamente, como señaló Gotti Ettore Tedeschi, el ex jefe del banco del Vaticano, en la Conferencia de la Academia Juan Pablo II para la Vida Humana y la Familia (Jahlf) en Roma el 21 de mayo .




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