Bergoglio teme la opinión de los cardenales

Marco Tosatti

El 29 de junio el actual Pontífice celebró un consistorio para la creación de nuevos cardenales. Pero por tercera vez consecutiva el consistorio público no fue precedido por el consistorio "secreto", esto es, por la reunión de todos los purpurados presentes en Roma. Los consistorios anteriores se celebraron el 19 de noviembre de 2016 y el 28 de junio de 2017. La última vez que hubo un consistorio secreto fue el 14 de febrero de 2015. Antes del Concilio Vaticano II, el consistorio secreto era el momento en que el Papa anunciaba los nuevos nombramientos a los cardenales. Más tarde, con la costumbre de hacer públicos los nombres de los nuevos príncipes de la iglesia unas semanas antes de la ceremonia, el consistorio secreto se había convertido en la ocasión privilegiada para debatir colegialmente y en presencia del Pontífice la situación y los problemas de la Iglesia. Y dada la propagación de la Iglesia Católica en el orbe terráqueo, era también la ocasión para que muchos cardenales conocieran a sus colegas, establecieran contactos e intercambiaran opiniones.

Ciertamente se trata de una decisión singular, por no decir contradictoria, por parte de una persona (el Pontífice) que de palabra apoya el diálogo, la colegialidad y el compartir. Compartimos con los lectores alguna reflexión, y algunas suposiciones.

"Amoris Laetitia" fue publicada en el 2016. Surgieron, como sabemos, pedidos de aclaración – los Dubia –, pedidos de encuentros personales (no satisfechos) y controversias que aún continúan. En una reunión colegial, en la que cada uno podría haber tomado la palabra, habría sido imposible que el Pontífice no respondiera. Pero esto, como hemos visto, a pesar de lo que dicen y escriben los trompetistas habituales, ha sido y sigue siendo su política.

Además, si al comienzo tan sólo uno o dos cardenales más valientes y menos vulnerables a las represalias hablara, es probable que también otros se animarían a apoyarlos, poniendo en serias dificultades al número uno.

Hemos hablado de “Amoris Laetitia” porque el primer consistorio secreto no tuvo lugar justamente en el año de su publicación. Pero en los años posteriores tampoco han faltado los argumentos, más o menos difíciles, sobre los cuales se habrían podido plantear preguntas, cuestiones y críticas. Y no se hacen presentes ni siquiera ahora.

Así que una primera conclusión a la que se puede llegar es que el actual Pontífice tiene miedo de una confrontación leal y abierta con aquellos que por ley son sus primeros colaboradores y consejeros. Antes que una gestión colegiado de la Iglesia prefiere una guía autocrática y monocrática. Incluso aquellos pocos exponentes que podrían, con toda justicia y desde posiciones de responsabilidad, dialogar críticamente con él, exponiéndole problemas, han sido eliminados y sustituidos por monseñores ´síseñor´, atentos todas las mañanas para leer las condiciones meteorológicas en el rostro del soberano.

Del Colegio de cardenales como tal es evidente que el Pontífice no tiene una gran estima. Lo demuestra la creación del famoso Consejo para la Reforma de la curia (que hasta ahora, seamos sinceros, ha dado a luz muy poco) y en el que ha puesto a toda las personas ligadas a él. Y hay quienes advierten que para desburocratizar y simplificar, en lugar de utilizar el instrumento existente - es decir, los cardenales del Colegio – se ha creado un organismo que es un ente superfluo de utilidad incluso bastante dudosa. Y ahora, en vista de los problemas hondureños de Maradiaga, y los de australianos de Pell, con una credibilidad vacilante.

Y finalmente, como dijimos anteriormente, el consistorio secreto era una ocasión única para que muchos cardenales de los cinco continentes se conocieran mutuamente, se encontraran e intercambiaran ideas y opiniones. Quizás también para establecer amistades y sintonías. Todas cosas que el Poder central quiere evitar en una situación de desequilibrio político y doctrinal, de confusión y enflaquecimiento. Dios no permita que tal vez estos cardenales propongan ideas, den voz a las críticas, tengan un destello de dignidad...

Publicado originalmente en italiano el 10 de agosto de 2018 en: 10 de agosto 2018, publicado en www.marcotosatti.com/…/il-pontefice-re…

Traducción al español por: José Arturo Quarracino