María Ferraz
Bergoglio no se cansa de decir idioteces, y sería una más en su haber que pasaría más o menos desapercibida dada la imposibilidad de llevar la cuenta de los disparates que hasta ahora han salido de la boca del falso profeta. Digo que sería una más, pero no lo es, porque ahora el personaje achaca al clericalismo, el problema homosexual por el que pasa la Iglesia, y más concretamente la Iglesia de EEUU.
Tengamos en cuenta que según el Gran Jurado de Pensilvania, los curas abusaron de post púberes (no niños aunque sí menores) y jóvenes en casi un 80%, y además de sexo masculino, lo que determina que es un escándalo de lujuria sodomítica y nada más
Pero Bergoglio afirma que el problema monumental que en estos días ha estallado en Pensilvania, y tiene trazas de extenderse a todas las diócesis del país, tomando parte el mismo gobierno de EEUU, es por "la manera anómala de entender la autoridad de la Iglesia, una forma de clericalismo"
Analicemos bien esta frase:
-se elude el problema sin personalizarlo, sin encarnarlo. La causa queda en algo abstracto como "el clericalismo"
-no se nombra (en ninguna parte de la declaración completa) ni a los obispos como responsables del encubrimiento, ni tampoco nombra el pecado tabú para los compinches de Francisco: la homosexualidad.
-no se prometen sanciones ni expulsiones
El tema de los maricones infiltrados en la Iglesia, supone ante todo un pecado gravísimo contra Dios y su Iglesia por todo lo que conlleva: la manipulación sacrílega del mismo Cristo en la Eucaristía, porque es en las manos de los curas sodomitas que Dios es transubstanciado (si es que creen en dicho milagro), pero también son enormes las consecuencias que tiene para los penitentes el ser equívocamente aconsejados, y por tanto no absueltos de algunos pecados mortales en la Confesión
Los consejos dados en la Confesión por estos maricas, lógicamente tienden a condonar los pecados graves y a quitarles su peso de culpa, de parte de uno que transgrede impunemente el 6º Mandamiento. Por no hablar de otros atropellos y profanaciones que hacen aquellos que profanan sus mismos cuerpos ayuntándolos con otros de su mismo sexo.
Añade Church Militant:
Docenas y docenas de católicos han dado el mismo mensaje, culpando a la tolerancia y en algunos casos a la promoción de la homosexualidad dentro de las mismas filas del clero, incluidos muchos obispos, como un factor importante en los escándalos de abuso sexual en la Iglesia, lo que hace que sea aún más problemático que este tema se evite en la respuesta del Papa Francisco.
Dijo el obispo Morlino, dando en el clavo: Es hora de admitir que hay una subcultura homosexual dentro de la jerarquía de la Iglesia Católica que está causando una gran devastación en la viña del Señor.
Francisco no solo repite como un loro el lenguaje de Cupich sobre el clericalismo, sino que erróneamente se enfoca en los niños como víctimas de abuso como si fueran jóvenes pre-púberes.
De nuevo, esa no es la realidad, como lo indica claramente la propia investigación de los obispos. La abrumadora mayoría de los clérigos depredadores homosexuales, incluidos los obispos, han sido hombres adolescentes y adultos jóvenes físicamente maduros.
Y las revelaciones de McCarrick, así como una avalancha de testimonios de seminaristas actuales y pasados que Church Militant y otros medios publicaron en las últimas semanas, también revelan que el corazón del problema es la depredación homosexual entre adultos.
Es un tema que se evita por completo en la Carta de 2002 de Dallas, orquestada en gran parte por el depredador homosexual Theodore McCarrick.
Se espera que miles de católicos lleguen a Baltimore Maryland este noviembre para participar en el mitin Silence Stops Now para protestar por este interminable escándalo que aparentemente los obispos no pueden resolver por sí mismos.
El fiscal general de Pensilvania, Josh Shapiro, reaccionó hoy ante la declaración del Papa Francisco, expresando la esperanza de que los obispos dejen de negar lo obvio y comiencen a implementar reformas reales en la Iglesia,
Los católicos en las redes sociales están expresando su conmoción e indignación porque, una vez más, el tema central de la homosexualidad ha sido eludido, esta vez por el propio Papa.
Muchos especulan de si Francisco se mantiene a propósito en las sombras o si es cómplice de encubrir lo que ahora es claro para muchos, que existe una cultura homosexual dominante en la Iglesia y que la mayoría abrumadora de casos de abuso sexual está directamente relacionada con el gran número de hombres homosexuales en el sacerdocio y el episcopado.