Eutanasiar a los niños sin el consentimiento de los padres, sugieren los médicos de un hospital infantil canadiense
Los doctores piensan que los niños son capaces de consentir en ser asesinados.
En un horrible ejemplo de lo lejos que está yendo Canadá en la eutanasia, un grupo de médicos en un hospital infantil ha escrito una política sobre cómo implementarían la eutanasia de los niños, y parece concluir que podría suceder sin el consentimiento de los padres.
Desde que Canadá legalizó la "asistencia médica en la muerte (MAID)" como se conoce en 2016, el tema de la eutanasia para "menores maduros" ha sido debatido. El gobierno solicitó al Consejo de Academias Canadienses que elabore un informe sobre este tema, así como la eutanasia por cuestiones de salud mental y directivas anticipadas, para diciembre de este año.
¿Lo mismo que los cuidados paliativos?
Sin embargo, un grupo de trabajo en el Hospital for Sick Children en Toronto ha publicado un ensayo que detalla la formación de su política sobre MAID en un entorno pediátrico, actualmente solo para pacientes mayores de 18 años, pero con el argumento de que podría aplicarse a niños más jóvenes.
En primer lugar, los médicos decidieron considerar MAID como "práctica y éticamente equivalente a otras prácticas médicas que resultan en el final de la vida"; en otras palabras, decir que matar deliberadamente a alguien por eutanasia es moralmente lo mismo que las prácticas de cuidados paliativos, como el uso de drogas analgésicas o el retiro de intervenciones inapropiadas que algunas veces resultan en el final de la vida, pero no se llevan a cabo con esa intención.
Niños con consentimiento
Luego, los autores explican que en Ontario, "los jóvenes pueden ser capaces de tomar sus propias decisiones médicas, incluso cuando esas decisiones pueden provocar su muerte". Si la MAID es un procedimiento médico normal, los niños también deben considerarse capaces de decidir sobre la eutanasia.
¿Qué hay de los padres?
Por lo general, dice el periódico, la familia está íntimamente involucrada en las decisiones del final de la vida. Sin embargo, si "un paciente capaz indica explícitamente que no quiere que los miembros de su familia participen en la toma de decisiones ... se debe respetar la confidencialidad. Si consideramos a la MAID como práctica y éticamente equivalente a otras decisiones médicas que resultan terminando la vida, entonces la confidencialidad con respecto a la MAID debería manejarse de la misma manera ".