Soy Michael Voris desde la Plaza de San Pedro en medio de la peor crisis de la Iglesia en siglos, y podría decirse que desde siempre.
El horror que supone que la homosexualidad tome el control en la jerarquía se manifiesta de mil maneras diferentes:
Un antiguo embajador papal en los Estados Unidos se esconde temeroso de su vida por exponer la corriente homosexual en Roma.
Un sacerdote de Chicago se esconde por temor a su vida por enfrentarse al card. Blase Cupich sobre la agenda homosexual.
Los católicos fieles están siendo retirados por la fuerza de las llamadas sesiones de escucha enla diócesis de San Diego por el ob. Robert McElroy cuando mencionan la homosexualidad en el clero.
Varios otros sacerdotes han sido censurados y amenazados por sus respectivas diócesis por predicar contra estos males.
Donald Wuerl tuvo que renunciar a su cargo como arzobispo de D.C. debido al escándalo de sacerdotes depredadores homosexuales que ayudó a encubrir mientras era obispo de Pittsburgh.
La credibilidad de los obispos y cardenales se encuentra en un mínimo histórico, ya que un gran número de fieles católicos creen que están mintiendo sobre lo que sabían.
La popularidad del Papa Francisco disminuye a medida que los informes continúan apareciendo de que no solo promovió al depredador gay McCarrick a pesar de conocer sus conducta, sino que también cubrió a los sacerdotes depredadores en Argentina.
Y aquí, en Roma, las fuentes del Vaticano informan que hay una epidemia de homosexualidad entre el clero.
Y cuando se trata de la homosexualidad, como dijimos, se manifiesta entre el clero de varias maneras.
La corriente homosexual identificada por el arzob. Viganò ha tenido que torcerse en pretzels teológicos para legitimar la sodomía, tanto que incluso inventaron este Sínodo falso sobre la Juventud como una excusa para decir que necesitamos entender mejor la actividad sexual gay y el llamado matrimonio gay porque eso es lo que claman los jóvenes.
En su apuro por hacer que sus propias depravaciones psicológicas parezcan normales, incluso al
punto de querer cambiar las palabras del Catecismo, se han unido a la falsa agenda de justicia social de la izquierda política.
Todos quieren sentirse bien con ellos mismos y ser vistos como morales y justos, por lo que los gays aquí en Roma con sus cuellos clericales y mitras, hace mucho tiempo, se vincularon con el cambio climático, contra la pena de muerte, la inmigración ilegal, el control de las armas, la agenda globalista global y demás.
Esos movimientos, nuevamente motivados por el deseo de ser vistos como morales en medio de su depravación sexual, los han colocado en oposición directa a la Casa Blanca de Trump.
En lo que respecta a los llamados "derechos" homosexuales, Trump es bastante neutral. De hecho, muchos cristianos políticamente conservadores no están muy contentos con ese aspecto de su agenda, ya que se opone directamente a los evangelios, lo que hace que sea curioso que los intermediarios del poder homosexual aquí en el Vaticano por ahora se han opuesto a Trump. Apenas es un enemigo de la agenda gay, después de todo.
Pero los `P. Martins y Blase Cupichs, así como los Kevin Farrells y Joseph Tobins y Rodriguez Maradiagas, todos reconocen que para inundar a la Iglesia con la aceptación de la sodomía, ya que están empeñados en hacer de ello su objetivo número uno. es mejor que hagan su parte con el rabioso lado político pro-homosexual, que también favorece todos los objetivos mencionados anteriormente.
Así que eso hace que Trump sea el enemigo público número uno aquí en Roma. De hecho, las fuentes aquí en Roma confirman que en el período previo a las elecciones presidenciales de los EE. UU. en 2016, el depredador homosexual McCarrick fue el enlace oficial-no oficial entre el Vaticano y el equipo de Hillary Clinton.
Según las fuentes, el ambiente fue tan sombrío aquí en Roma esa noche de la elección hace dos años, como en la sede de la CNN (después de ganar Trump).
Con el anuncio a fines de la semana pasada de que el Departamento de Justicia de Trump ha comenzado una investigación sobre el tráfico sexual de personas en los Estados Unidos, una profunda preocupación está afectando a algunos en el Vaticano.
Del mismo modo, Church Militant ahora puede informar que hemos confirmado que los agentes de la ley han comenzado a investigar en la Fundación Papal con sede en Filadelfia.
La junta directiva de la Fundación Papal incluye a todos los cardenales de los Estados Unidos, y esa noticia tampoco sentará bien aquí en Roma.
A principios de este año, se reveló que Wuerl y McCarrick habían presionado a los miembros laicos de la junta directiva para que distribuyeran $ 25 millones a un hospital turbio aquí en Roma a petición personal del Papa Francisco.
Como informó Church Militant hace un par de semanas, McCarrick estaba operando en un estado de conflicto de intereses gravemente comprometido.
En ese momento sabía que una investigación del Vaticano sobre sus delitos sexuales había sido aprobada y, sin embargo, presionó con fuerza a la asociación, junto con Wuerl, para que se diera una suma enorme de dinero: la definición misma de un conflicto de intereses.
También está Timothy Dolan, de Nueva York, que también conocía lo de McCarrick porque fue su archidiócesis la que había denunciado el delito original al Vaticano casi un año antes.
Es un abogado estadounidense designado por Trump que está iniciando la investigación de tráfico sexual humano en Pennsylvania, explorando si se llevó a menores de edad a través de las fronteras estatales y si prelados pervertidos participaron en el encubrimiento.
Mientras Trump esté en la Casa Blanca, hay una gran cantidad de homosexuales nerviosos aquí en el Vaticano.
Si comienza a construirse a un nivel internacional que el Vaticano, especialmente bajo el Papa Francisco, ha tenido conocimiento directo de todo esto, el acceso a las vías financieras internacionales podría ser cortado y quién sabe qué más.
El papa Francisco y los homosexuales del Vaticano estaban alentando a Hillary. De hecho, existe un fuerte rumor en Roma de que McCarrick, y probablemente otros, estuvieron involucrados en canalizar el dinero de la Iglesia para la campaña de Clinton. El triunfo de Brett Kavanaugh, que ha envalentonado a los conservadores políticos en su país, también fue observado de cerca aquí en Roma debido a las consecuencias políticas de la agenda liberal.
Se considera que Kavanaugh es el quinto voto para anular Roe v. Wade, que sería un tsunami contra la agenda de la izquierda, en Estados Unidos e internacionalmente.
Una vez más, fue Trump quien lo nominó- Y sobre el tema del aborto, no es que los homosexuales teológicos que se encuentran aquí, en el Vaticano y en otras partes de la Iglesia, sean proabortistas, sino que son neutrales con respecto a eso porque, en primer lugar, les importa mucho más el sexo gay que el asesinato de más de mil millones de niños en todo el mundo, y dos, nunca podrían romper filas en el tema del aborto con la izquierda política, que es una fuerte aliada suya en el avance de la homosexualidad.
Trump es pro-vida, anti-izquierda y es la antítesis de todo lo que la corriente homosexual quiere ver avanzada en el Vaticano.
Es seguro que, al igual que en 2016, habrá un montón de televisores encendidos aquí durante la noche, en un par de semanas, cuando comiencen a llegar los resultados de las elecciones de medio plazo en los Estados Unidos.
Church Militant volverá cubrir el evento, tal como lo hicimos en 2016 cuando ganó Trump, donde fuimos el primer medio de comunicación en decir que Trump había ganado Pennsylvania y, por lo tanto, había obtendio los suficientes votos para ganar la presidencia.
Trump es una migraña masiva para los homosexuales del Vaticano y el Papa Francisco. Si Hillary hubiera ganado, habría relaciones muy cálidas entre Washington y Roma.
Tal como está ahora, hay 15 consultas estatales del gran jurado de EEUU, dos investigaciones federales, la agenda globalista de la izquierda está en retirada y, en un giro irónico, fue un cardenal estadounidense, el depredador homosexual McCarrick y el embajador papal a los Estados Unidos que hizo rodar toda esta bola.
Dios bendiga a los Estados Unidos de América.