Tagle, el ambiguo

At Presser; Tagle chokes up describing his experiences at the Synod "the young people were doing a lot for us, they were teaching us", adding this "Synod does not pretend to give clear answers and clear solutions, because life isn't clear"


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Tagle describe sus experiencias en el Sínodo: "los jóvenes han hecho mucho por nosotros, nos han estado enseñando", añadiendo: este "Sínodo no pretende dar respuestas claras y soluciones claras, porque la vida no es clara"


María Ferraz


Tagle dice que, ahora, son los jóvenes los que enseñan a los obispos, no al revés. Esto contradice la voluntad de Cristo para su Iglesia: que fuera jerárquica para el bien de los fieles. Las cabezas de las diócesis deberían ser los primeros responsables en sustentar, vivir y transmitir la verdad, corregir los errores doctrinales, litúrgicos etc y comunicar fielmente una herencia que no es suya y que jamás deben atreverse a cambiar. Pero en la neoiglesia democrática todos pueden opinar aunque no tengan ni idea de teología ni respeten los Mandamientos de la Ley de Dios, concretamente el que prohíbe los actos impuros. Así se da espacio al pecado mortal como una `inclusión´ resultado del acompañamiento y los puentes y del rechazo a la rigidez de los duros de corazón que se cierran al Espíritu Santo.



En este sínodo ha participado gente joven, para nada ortodoxa y además ha habido la fuerte presión de una conjura homosexualista de grupos insertados en la Iglesia y fuera de Ella para adelantar los presupuestos LGBT. 


Y Bergoglio ha asentido a ello haciéndoles un guiño, no sólo dejando el micrófono a la delegada homosexualista chilena, Morales, sino que se ha colocado una cruz blasfema formada por los colores arcoiris que los sodomitas reivindican, junto a la cruz pectoral del obispo de Roma, y vicario de Cristo. Y así ha juntado la tortura del Dios crucificado hasta la muerte, ya inútil, con el vil pecado de la sodomía. Y claro, el Vaticano sale al paso de la revuelta provocada en las redes sociales, dando una explicación ridícula, cuando en el lenguaje universal, por desgracia, los colores del arcoiris representan el activismo homosexualista. 


Entonces ahora, son los jóvenes, no sólo los que proponen sino los invitados a enseñar, si quieren, sus aberraciones, o sea, son aptos para transmitir conocimientos que un católico debería asimilar, por aquello de que vienen de un sínodo de la Iglesia Católica


Añade Tagle que el Sínodo no pretende dar respuestas claras. Por tanto, deduzco, es un sínodo estúpido o al menos inútil por no decir perjudicial si no es capaz de orientar a los jóvenes a la salvación. ¿No era ese el fin de la Iglesia, salvar las almas de la condenación eterna?

Pero los sínodos bergoglianos no sólo no aclaran por dónde uno tiene que ir para alcanzar el Cielo, sino que los dirige directamente al Infierno, como ocurrió con los sínodos previos a Amortis L y con la misma exhortación.

Y eso ya lo sabíamos antes de que comenzase, porque Bergoglio es un firme opositor del proselitismo y dice que no hay que convencer a nadie de nuestra fe, es más, el proselitismo es un pecado grave, ha dicho, además, en los colegios católicos tampoco debe realizarse.


¿La vida no es clara, Sr. Tagle? ¿Qué quiere decir?, ¿que todo cabe, dependiendo de las circunstancias?, ¿que la doctrina debe adaptarse y hacerse violencia ante situaciones de pecado, porque como ya afirmó Amoris L, hay ideales cristianos que Dios puede no exigirnos, y nos permite seguir en nuestra situación de pecado grave?.