Ponte en pie y defiende la verdad

Soy Michael Voris desde Roma con un simple mensaje: si te consideras católico, debes dar testimonio de la verdad y entrar en la lucha. El atropello, el destrozo por el que está pasando la Santa Madre Iglesia es atroz. Y ha estado ocurriendo durante medio siglo.

Ha estado tan desfigurada por sus líderes, que el mundo ya no reconoce su santidad, su singularidad. Esto debe terminar, y a los líderes, a muchos de ellos, simplemente no les importa ponerle fin.

Muchos como usted sabe, son en realidad cómplices de provocar esta ruina. Por una variedad de causas, muchas de ellas completamente desconectadas de la lucha por las almas.

Algunos (líderes eclesiales) eran `plantas´ comunistas en los seminarios que ganaron poder e influencia en la Iglesia y luego se dispusieron a perseguir a los hombres buenos y hacer entrar a los malos para constituir la próxima generación de sacerdotes. Otros hombres de poder e influencia en la Iglesia fueron y son masones, sostienen la ideología de que la Iglesia Católica debe ser destruida en sus enseñanzas.

Ambos campos tienen homosexuales activos dentro de sus filas. A veces, los homosexuales están ligados a las causas ideológicas de los grupos anteriores, a veces solo se trata del sexo y la vida fácil.

Y a veces, los homosexuales se aprovechan de la juventud, y ahí es donde todo salta al público, y se exponen los planes del diablo.

A pesar de que los obispos en los Estados Unidos hablen sobre lo grandioso que ha sido el hecho de que los niños menores ya no sean violados por el clero, lo que es cierto, piense en la pesadilla que esta afirmación supone.

Es cierto que una vez que los medios de comunicación expusieron lo que los obispos habían estado encubriendo durante décadas, y las demandas les costaron $ 4 mil millones, sí, seguro que se enderezaron y tomaron medidas. Y todo fue causado porque aparecieron durante años, decenas de miles de historias en los medios seculares y porque supuso la bancarrota (para varias diócesis).

La idea que transmiten (los obispos) es que los católicos ya pueden relajarse, pero es absurda porque la verdad es que el mal simplemente ha cambiado de terreno. Los menores agredidos sexualmente han disminuido, pero el asalto a los jóvenes y la falta de respuesta que lo acompaña, así como la perversión del sacerdocio, ha continuado sin cesar.

La violación de los monaguillos por los sacerdotes siempre fue solo un síntoma del problema mucho más grande. Y como recibió mucha atención de los medios de comunicación y los tribunales, merecidamente, los obispos tuvieron que actuar.

Pero 16 años más tarde, aquí estamos de nuevo, todavía con un grupo retorcido de clérigos como James Martin y todo el resto de sus partidarios homoclerigos que, aunque no necesariamente abogan por la violación infantil ni la cubren, están contentos de atacar a los fieles espiritualmente

Y para que conste, por malvados, dañinos e hirientes que los ataques físicos , hayan sido, los ataques espirituales son mucho peores. Pero dado que a los medios de comunicación no les importa informar sobre sacerdotes y obispos homosexuales que tienen "relaciones sexuales consensuadas" entre ellos o con personas que no pertenecen al clero, no ha habido un empujón interno para cambiar este mal comportamiento.

No hay titulares ni juicios ni grandes pérdidas de fondos, por lo que no es un gran problema, como siempre. Pero hay una pérdida de verdad, bondad y belleza. La violación espiritual de los fieles por estos hombres malvados debe ser sacada a la luz y el cambio debe ser exigido.

Los pervertidos y masones y los herederos de los simpatizantes comunistas no pueden ser aceptados en los seminarios o nombrados para puestos de influencia en la Iglesia - punto.

Hay muy pocas ganas entre los clérigos de mayor jerarquía en la Iglesia, de lograr este cambio porque, de hecho, ellos son el problema. Muchos piensan que no hay nada de malo que hayan hombres homosexuales en sus filas, muchos de ellos son homosexuales, así que no sorprende.

Sin duda, hay algunos sacerdotes y obispos homosexuales que logran vivir vidas castas y siguen enseñando ortodoxia, pero aún son `artículos´ dañados porque no se levantarán como hombres ni vencerán el mal dentro de sus propias filas.

Y son superados en número (por los homosex activos), el desafío es aún mayor. Tal vez temen ser expulsados por compañeros del clero que "saben sobre ellos" de sus días en el seminario cuando estaban un poco menos protegidos.

Quizás sean un poco reticentes a ponerse en pie y declarar la verdad, sintiendo un toque de hipocresía, a pesar de que ellos mismos se han mantenido limpios. Tal vez puedan simpatizar con los compañeros del clero que no han sido castos, dispuestos a darles el beneficio de una duda.

El punto es este: el obispo homosexual, incluso si es casto, ve el mundo de la Iglesia a través de su homosexualidad. O la acomoda, la disculpa o le resta importancia. Rara vez, si es que alguna vez, lo denuncia, entre sus propias filas, entre sus hermanos obispos.

Todos lo saben, y nadie dice nada al respecto, así que tienes la ridícula situación de un card Cupich, y muchos otros, culpando de todo al clericalismo y negar que este mal esté relacionado con la homosexualidad, mientras que todo el mundo lo sabe.

Incluso el editor de religión de la revista Newsweek durante casi 40 años, Kenneth Woodward, lo dijo explícitamente en un artículo reciente en la revista Commonweal: es un problema homosexual.
Commonweal es una revista típicamente liberal, e incluso ellos lo dicen. Todos lo saben y lo dicen, excepto los obispos, y los medios de comunicación católicos.

Si Woodward y Commonweal lo dicen públicamente, ¿no vale eso al menos una investigación por parte de los medios de comunicación católicos del establishment?
Pero las cosas están cambiando, aunque sea lentamente. Por ejemplo, Church Militant está parado aquí justo en medio de la Via Della Conciliazione hablando de esto (en Roma). Otros fieles católicos en el mundo de internet están hablando de esto. Ellos están informando sobre ello.

No porque odiemos a los homosexuales ni seamos homófobos, una condición psicológica que ni siquiera existe, sino porque amamos a la Iglesia y todos somos testigos de la verdad.

Mira esta foto que tomé en mi teléfono la otra noche, saliendo de la cena: 



Esto es lo que muchos de nosotros queremos ver, la gloria, la belleza y la majestuosidad de la Iglesia. Queremos que se restaure. Queremos que esto se ponga de nuevo en primer plano. Queremos que esto sea lo que la gente vea cuando mira a Nuestra Madre.

Queremos que vean la verdad: que Ella está establecida por el Hijo de Dios para llevar a las almas a la vida eterna en la Santísima Trinidad, a vivir para siempre con nuestras familias que compartieron esta misma fe con nosotros aquí en la Iglesia Militante en la Tierra.

¿Por esto luchamos? Por esto somos vilipendiados y burlados. Y no nos importa. La vida eterna hace que todo eso pierda sentido.

Ninguno de nosotros, y hay muchas personas buenas que luchan en esta lucha en los medios católicos, los medios fieles, ninguno de nosotros está en esto por el dinero o cualquier otra cosa, excepto la salvación de las almas a través de la Santa Iglesia Católica.

¿Por qué estás luchando tú? ¿Estás luchando por la verdad - la verdad católica? ¿La estás poniendo en la línea de batalla, contra la perversión de la verdad que ha sido provocada por la homoherejía y la francmasonería y los líderes deslustrados?

Todo esto, cada parte de ello, debe ser desafiado, esta podredumbre, esta inmundicia, esta maldad, todo eso, porque oscurece la gloria de la Iglesia, la Esposa de Cristo.

Nuestro Bendito Señor salvará a su Iglesia. La pregunta para cada uno de nosotros es, ¿podré estar frente a Él en mi hora y decir: "Te permití usarme para ayudarte"?

Lucha por la Iglesia - con todo lo que tienes. Pelea por ella. Sé testigo de la verdad.