Incluso los liberales lo admiten: Francisco dice una cosa, pero hace otra.
El padre Thomas Reese S.J., de 73 años, está "extremadamente decepcionado" por la orden del lunes del Papa Francisco -en la conferencia de obispos de los Estados Unidos- que exigió retrasar la votación sobre los procedimientos para sancionar los abusos de los clérigos.
Escribiendo en la disidente NCROnline.org (16 de noviembre), Reese llamó a esto un "desastre de relaciones públicas" para Francisco.
Según Reese, esta intervención "contradice todo lo que Francisco ha dicho sobre el fortalecimiento de las conferencias de obispos y la descentralización (respecto de Roma) en la toma de decisiones en la Iglesia".
María Ferraz
Parece que ese retraso quiere fomentar el olvido entre los católicos, como ocurrió con la Dubia, a base de dejar pasar el tiempo. La verdad es que hay demasiados obispos y curas implicados en la trama homosexual para permitir que todo salga al aire tranquilamente. Por eso el 66% de los obispos de EEUU han votado en contra de investigar a McCarrick.
Estos lobos con piel de oveja quieren seguir exprimiendo a la Iglesia, viviendo de sus bienes, mientras continúan con sus torpezas lujuriosas, cometiendo sacrilegios sin cesar cada vez que celebran misa, o dan de comulgar a sus amiguitos sodomitas. Aunque está en duda que consagren, pues usurparon el sacerdocio y están pontificando desde sus cátedras, no por llamada de Dios ni con rectitud de intención, sino para destruir, robar y matar, como dice el Evangelio.
Entonces, Bergoglio es un gran asociado y promotor de la sodomía eclesiástica por todo lo que hemos dicho anteriormente, incluso antes de llegar al papado:
-Por encubrimiento y amparo de curas violadores en Argentina como arzob de Buenos Aires,
-Por devolver al estado clerical al cura condenado por la ley como abusador, M. Inzoli,
-Por ser aupado al pontificado por la mafia homosexualista de san Gallen y consentir con sus directrices,
-Por afirmar despropósitos anti católicos como "Dios te ha hecho así" (gay) a Juan C Cruz, víctima chilena de abuso clerical, o "¿quién soy yo para juzgar?" cuando se le preguntó por B. Ricca, un clérigo conocido por su práctica homosexual que además él posicionó en el Vaticano.
Otro cosa que ha pasado desapercibida es que Bergoglio no ha tomado medidas contra los sodomitas investigados por orden de BXVI, cuyos expedientes están en el archivo que él le traspasó a Fco cuando comenzó a dirigir la Iglesia.
Tampoco ha seguido las indicaciones de Viganò, sobre la corriente homosexualista que quiere cambiar la doctrina respecto al pecado de sodomía, y que implicó directamente a J Martin, a Coccopalmerio y a Paglia. Todos siguen en sus puestos, por deseo de Bergoglio el impostor, que también, por lo que parece, forma parte de esta corriente pro gay herética que quiere tumbar la doctrina de la Iglesia de Jesucristo.
Que nadie espere nada de la reunión del Vaticano en febrero de 2019, la cual pretende abordar, de cara a la galería, el abuso homosexual clerical.
Mientras los malos se salen con la suya, acallando y excomulgando (como a Minutella) a las voces disidentes, sólo Viganò y un puñado de hombres de la Iglesia han dado la cara por Jesucristo.
Qué vergüenza que tengan que ser los laicos, con su influencia en las redes o en los medios de comunicación, los que tengan que exigir orden y justicia, por desgracia casi inútilmente, a los que dirigen la Iglesia.