La última canallada de Francisco



Tras haber abandonado a su suerte a los cristianos de Iraq y Siria, herederos de los primeros cristianos, tras haber silenciado su genocidio (ha hecho más Bashar Al Asad por los cristianos de Oriente que todo el orbe católico), ahora lo que le gustaría al canalla de Bergoglio sería entregar Europa al islamismo.

Su última canallada ha sido que el Vaticano haya firmado el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular -ninguna de esas palabras es verdad, se trata de promover una inmigración invasiva, caótica y en tropel- promovido por ese antro que es la ONU, cuya desaparición debe ser planteada cuanto antes. Ese Pacto no ha sido firmado precisamente por las naciones que están defendiendo su fe, su herencia y su tradición cristianas como Hungría o Polonia.


A Bergoglio, el canalla, le gustaría entregar Europa al islamismo para satisfacer sus compromisos con George Soros. Es un personaje abyecto al que ya nadie hace ni caso y mucho menos en esta cuestión, como se verá en las elecciones europeas de mayo del próximo año, cuando una gran corriente liberadora inunde las urnas.

Este canalla, este lobo, al que nadie salió a ver en su viaje a Irlanda, después del Ángelus se ha dedicado a promover ese pacto infecto que debe ser repudiado por toda persona decente. “Espero que la comunidad internacional pueda trabajar, a través de este Pacto Mundial, con responsabilidad, solidaridad y compasión hacia quienes, por diversas razones, han abandonado su país“, agregó este descerebrado incompetente.

El Pacto de Marrakech pretende establecer la emigración como un derecho y permitir querellas y denuncias si no se permite entrar a un ilegal. Ese nefasto pacto ha sido firmado por Pedro Sánchez y por el nefasto Gobierno del decadente partido socialista, que lo pagará muy caro en las elecciones europeas. Ha sido respaldado por esa cloaca política que es Podemos, un partido que sólo ha servido para que Pablo Iglesias se compre una mansión en Galapagar, y ni el PP, ni Ciudadanos, el partido que mejor está asumiendo en España las tesis globalistas de Soros, los Roschildt y Macron, han dicho ni pío.

Por supuesto, la financiación pública a la Iglesia católica, a la jerarquía traidora, debe ser retirada cuanto antes.

Enrique de Diego.