El milagro de Daroca


Los Corporales de Daroca

Estamos en el año 1240. Aprovechando que don Jaime está en el sitio de Játiva, los moros se sublevan en Daroca. 

Para castigar a estos musulmanes sublevados, en las cercanías del castillo de Codol se congregan las tropas cristianas de Daroca, Calatayud y Teruel para celebrar una misa antes de comenzar la contienda. 

Cuando el sacerdote iba a administrar la comunión a los seis capitanes de las tropas, el ejército musulmán les atacó por sorpresa, entablándose un feroz combate. 
Para evitar ser profanadas por los moros, el sacerdote guardó las Sagradas Formas en un paño y las escondió.

 La lucha terminó con la victoria de las tropas cristianas y, cuando fueron a buscar las seis Hostias escondidas, las encontraron pegadas con sangre en el mismo lienzo en que estaban envueltas. 

Todos deseaban quedarse con los Sagrados Corporales, y se procedió a un sorteo entre Calatayud, Daroca y Teruel, saliendo como resultado Daroca tres veces seguidas. 


Nota: Las Sagradas Formas, que hoy existen en la Basílica de Daroca en un valiosísimo relicario, se muestran al público todos los años el día de Corpus Christi (José Augusto Sánchez Pérez, "El Reino de Aragón", Madrid, 1956).

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"No suele Su Majestad pagar mal la posada si le hacen buen hospedaje...
Estaos con El de  buena gana; 
no perdáis tan buena ocasión de negociar, como es la hora después de haber comulgado".



Teresa de Jesús