La conclusión es contundente: las personas casadas viven más tiempo. Al
menos esa es la conclusión principal de un estudio publicado en The Annals of Behavioral Medicine, realizado por la Universidad de Duke.
La investigación vincula las relaciones estables en pareja a un menor
riesgo de morir prematuramente. O en otras palabras: quienes no están
casados tienen más de 50% de probabilidad de morir prematuramente.
Los datos son resultado de un estudio original de la Universidad de
Carolina del Norte en torno a 4.802 personas nacidas en torno a la
década de los 40´s. Se consideraron factores como los cambios de estado
civil, rasgos socio-económicos y comportamientos de riesgo para la
salud, según informa el diario ABC (cf. El matrimonio, la llave de la
longevidad, 13.01.2013).
Aunque el estudio no lo revela, es comprensible que personas en estado
célibe (por ejemplo sacerdotes y personas consagradas a Dios) puedan
entrar en esta catalogación visto que espiritualmente hablando se
considera la consagración como un estado de compromiso esponsal.
J E Múgica