*Ayudad al Papa con vuestras oraciones

Angustia y desesperación tendrán los obradores de iniquidad que llevaron a la perdición eterna a tantas almas que los creyeron y los siguieron y cuya cabeza era el propio Satanás. 

Yo, Jesús, os hablo.



Hijos Míos,  aunque ya os lo he dicho más de una vez, os lo vuelvo a decir  y a recordar, nunca vencerá el mal, el mal no puede vencer porque es muerte eterna, y yo Soy la Vida, la vida del alma, y Mi vivificar, es eterno e infinito. Yo, Jesús, os hablo
Nadie que Me ame debe temer nada aunque las cosas se pongan tan negras que parezca que haya vencido el mal. No hijos, confiad en Mí, la confianza en Mí es la llave que abre todos los tesoros de Mi Corazón, y allí en Mi Corazón está la paz, el amor, la concordia, la paciencia, todo. Yo, Jesús, os hablo.
Debéis confiar en Mi Madre que es también vuestra. ¿Qué clase de hijos seriáis si no confiarais en vuestra madre terrenal? Pues bien, vuestra Madre celestial es mucho más santa y más poderosa que la de la Tierra, y si la de la Tierra no os dejaría en una adversidad, mucho menos os dejará vuestra Madre celestial, porque Yo la escogí para eso, para que fuera Mi Madre y vuestra y para que os ayudara en todo momento en vuestro paso por la vida, pero sobre todo, en los momentos de tribulación.
Mi Papa está triste y abrumado y debéis ayudarle con vuestras oraciones. Debéis rezar por él y por todos los que le apoyan. No os desalentéis ante los acontecimientos que puedan venir sean cósmicos o espirituales, sean de la Iglesia o de la sociedad. Tenéis que abandonaros plenamente en Mi divino Corazón y refugiaros en El cómo se refugia la gente en los refugios en tiempo de guerra. Nada mejor que Mi Sagrado Corazón y el inmaculado Corazón de Mi Madre para refugiarse, y os lo vuelvo a decir, pedid constantemente ayuda a vuestros Ángeles de la Guarda. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo pone en práctica.
 
A Dios lo que es de Dios