*¿Por qué Benedicto XVI residirá en el Vaticano?

La decisión del Papa Benedicto XVI de residir en el Vaticano tras su renuncia le dará seguridad y privacidad. También le ofrecerá protección legal de cualquier intento de acusarlo en relación con casos de abusos sexuales del clero, dijeron fuentes de la Iglesia y expertos legales.
“Su continua presencia en el Vaticano es necesaria, de lo contrario podría quedar indefenso. No tendría su inmunidad, sus prerrogativas, su seguridad, si está en otra parte”, dijo un funcionario del Vaticano, hablando bajo condición de anonimato.


“Es absolutamente necesario” que permanezca en el Vaticano, señaló la fuente, que añadió que Benedicto XVI debería vivir una “existencia digna” en sus próximos años.

Fuentes del Vaticano dijeron que los funcionarios tenían tres consideraciones principales al decidir que Benedicto XVI debería residir en un monasterio en el Vaticano luego de que renuncie el 28 de febrero.

La policía del Vaticano, que ya conoce al Papa y sus hábitos, podrá garantizar su privacidad y seguridad y no tener que confiar la tarea a una fuerza extranjera, algo que sería necesario si el Pontífice se traslada a otro país.

“Veo un gran problema si se va a otra parte. Pienso en términos de su seguridad personal. No tenemos un servicio secreto que pueda destinar grandes recursos (como lo hacen) a ex presidentes”, dijo el funcionario.
Otra consideración era si el Papa se trasladaba a otro país, por ejemplo vivir en reclusión en un monasterio en su natal Alemania, el lugar podía convertirse en un sitio de peregrinaje.

POTENCIAL EXPOSICION

Eso podría ser complicado para la Iglesia, en particular en el improbable caso de que el próximo Papa tome decisiones que molesten a los conservadores, que entonces podrían desplazarse hasta donde resida Benedicto para rendirle homenaje.

“Eso sería muy problemático”, dijo otro funcionario del Vaticano.
La consideración final clave es la potencial exposición del Papa a demandas legales sobre los escándalos de abuso sexual en la Iglesia Católica.

En el 2010, por ejemplo, Benedicto XVI fue nombrado como acusado en una demanda que afirmaba que fracasó en tomar acciones mientras era cardenal en 1995 cuando supuestamente se le comunicó sobre un sacerdote que había abusado a niños en una escuela estadounidense para sordos décadas antes.
Los abogados retiraron el caso el año pasado y el Vaticano dijo que era una gran victoria que demostraba que el Papa no podía ser acusado por las acciones de sacerdotes abusadores.

Benedicto XVI actualmente no está nombrado específicamente en ningún otro caso. El Vaticano no espera nuevas demandas pero no descarta la posibilidad.
Si el Papa viviera en otro lado, “entonces podríamos tener a esos chiflados que presentan las demandas, o algún juez podría arrestarlo como sucedió con (ex) jefes de Estado por supuestos actos mientras era jefe de Estado”,
dijo una fuente.
Otro funcionario dijo: “Si bien este no era el factor principal, ciertamente es un corolario, un resultado natural”.

Luego de que renuncie, Benedicto XVI no será el monarca soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano, que está rodeado por Roma, pero mantendrá la ciudadanía y la residencia.

El Vaticano ha reiterado que un Papa no puede ser acusado por casos de abusos cometidos por otros porque los sacerdotes son empleados de diócesis individuales en todo el mundo y no trabajadores directos de la Santa Sede.
Afirma que el jefe de la iglesia no puede ser comparado con el director de una compañía.
 
Grupos de víctimas han dicho que Benedicto XVI, en particular en su trabajo anterior como jefe del departamento doctrinal del Vaticano, ignoró las políticas de iglesias locales, que trasladaban a los abusadores de una parroquia a otra en vez de apartarlos del sacerdocio y entregarlos a las autoridades.

El Vaticano niega ese hecho. El Papa se disculpó por los abusos en la Iglesia, se reunió con víctimas en muchos de sus viajes y ordenó una extensa investigación sobre abuso en Irlanda.

Los escándalos comenzaron años antes de que el entonces cardenal Joseph Ratzinger fuera elegido Papa en 2005, pero el tema eclipsó su pontificado desde el comienzo, pues cada vez más casos salieron a la luz en diócesis por todo el mundo.

El portavoz del Vaticano, el sacerdote Federico Lombardi, dijo que el Papa “le dio a la lucha contra el abuso sexual un nuevo impulso, asegurando que se aplicaran nuevas reglas para evitar futuros abusos y escuchar a las víctimas. Ese fue el gran mérito de su papado y por ello le estaremos agradecidos”.


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