*¿Por qué entras en el convento?

Jesús a María Valtorta:

No todas, pero gran parte de las almas que están en los conventos, ¿por qué han entrado?  Te vendrá espontáneamente la necesidad de orar por estas almas fuera de camino, mucho más que si se hubieran quedado en el mundo.
 
Muchas han entrado por exaltación, obedeciendo un impulso bueno en sí pero queno han corroborado con firme propósito, por severa reflexión y verdadera vocación. Han visto el arado, en una hora de sol sobre un campo florecido, y han puesto la mano encima sin pensar si tenían la fuerza de arar a sí mismas con la reja tremenda de las renuncias. Las flores caen, el sol se oculta. Viene la tierra pedregosa, dura, atribulada,espinosa, viene la noche negra y borrascosa. Estas almas que han cedido a un sueño sin reflexionar, se encuentran desoladas en un mundo que no es suyo, en el cual nosaben moverse sino malamente. Sufren y hacen sufrir. 

Otras han entrado después de una desilusión. Han creído que estaban muertas.  También éstas, mejor dicho éstas más que aquéllas, después se encuentran turbadas porque, además de entender que el mundo monástico no es el suyo, llevan dentro cosas del mundo externo: recuerdos, añoranzas, nostalgias, deseos. En el silencio del claustro estas cosas soncomo vinagre sobre una llaga: la provocan, la irritan, todo lo envenenan, se vuelven inquietas, rencorosas, mordaces. También éstas sufren y hacen sufrir sin mérito alguno.  

Tercera categoría: aquellas que entran por interés. Están solas, pobres, miedosas de la vida, sin un oficio o una profesión que les asegure. Se retiran. Toman la casa de Dios por un albergue seguro donde hay una cama y una mesa. Se aseguran el mañana. Pero de Dios nadie se burla y no se le engaña. Dios ve en el fondo de los corazones.¿Qué pensará Dios de éstas?

En fin están las almas que se dan a Dios con pureza de sentimiento y verdadera vocación. Éstas son las perlas. Pero son pocas respecto de las otras. También éstas pueden estropearse y enfermarse. También las perlas se enferman. Es difícil que en una vida monástica no se dé nunca el asalto de un germen que trata de estropear la perla que se ha dado a Dios.Mi gracia les ayuda. Pero es necesario orar por ellas. La Comunión de los Santos está para esto. Nadie es tan mezquino que su oración no sirva. Dios, atraído por una oración que sube del mundo, puede bajar como fuerza en el corazón de una esposa mía que vacila en un convento. 

La humanidad no muere en el ser humano cuando atraviesa el umbral de un monasterio. La humanidad no muere nunca. Ella entra, desgraciadamente, dentro delos sagrados muros y me echa a Mí. Ella crea las pequeñeces, los rencores, los celos impulsivos, disipa, estorba, enfría. 

 Es cierto que hace aumentar en céntuplo la santidad de las “santas”. Pero no es suficiente.Orad, orad, orad por mis esposas. Que las ilusas, las desilusionadas, las interesadas,comprendan y sepan añadir la cruz de su error a las demás de la vida conventual para hacerse un nuevo peldaño en la escalera que sube hasta el Cielo.

(...)
Lo mismo es para las almas. Aquéllas verdaderamente místicas emanan un perfume celestial, las otras un perfume humano. Yo quiero que mis conventos sean invernaderos de cielo donde caen, como hojas muertas, las preocupaciones humanas, las soberbias, las envidias, las críticas, los egoísmos, las falsedades. 

Es inútil observar la regla hacia el exterior si el interior está manchado por venenos humanos.La oración no sube cuando hay un lastre de humanidad colgado en las alas y laoración no puede desarrollarse. La oración no se propaga sobre la tierra para salvar alos pecadores y no sube para consolarme, si se ha hecho espesa por mucho fangohumano. 

Entonces es inútil consagrarse a Mí si el sacrificio de la libertad no debe dar el fruto para el cual son ideados ciertos sacrificios.Todo muere cuando falta la caridad, sobre todo ésta, porque mi caridad vuelve puros,buenos, desapegados de todo lo que no es Dios, amantes de la Cruz y de las cruces; porque la caridad hacia el prójimo hace pacientes, dulces, generosos. El mundo puede ser ayudado por las vírgenes. Pero las vírgenes deben ser ayudadas por las víctimas».