*La Virgen me lo puso fácil

Testimonio enviado por Aldo Chio - Perú

    "Corría el mes de octubre del año 2003 y había tenido que viajar a dictar un curso en la ciudad de Chiclayo en Perú, las clases se realizaron durante todo el día y ya habían dado casi las 10 de la noche y aún no había rezado el Rosario como acostumbro hacer día a día. 
Había ya subido al omnibus que me llevaría a Lima (donde vivo), estaba sentado y miraba a la gente a mi alrededor y no me animaba a sacar el Rosario para empezar a rezarlo, sentí verguenza de que la gente me viese (en Perú, es bastante raro que se vea a un hombre rezando el Rosario, son muy pocos los que lo rezan en la parroquia) y comencé mentalmente a pedirle perdón a Dios por ser cobarde con mis creencias

No pasó ni cinco minutos y se sentó a mi lado una señora mayor de edad, quien luego de acomodarse sacó su Rosario y me preguntó si yo no tenía inconveniente en que se pusiese a rezar, a lo que contesté rápidamente que no, y que me gustaría rezar con ella. Durante la madrugada (en el bus) no dejé de llorar y pedirle perdón a Dios por mi falta de coraje y valentía"