*María: Orad con el corazón


Comencemos con una oración nuestras actividades

 El vidente de Medjugorje Ivan Dragicevic dice: “Nuestra Señora nos pide a todos que oremos con el corazón, y orar con el corazón quiere decir que cuando oramos, debemos pensar en lo que estamos orando, lo que estamos expresando en la oración.  

Nuestra Señora en Medjugurje nos enseña:
  • “Yo los llamo para que oren sinceramente con el corazón, para que cada oración se un encuentro con Dios. En sus trabajos y en sus vidas diarias, coloquen a Dios en primer lugar.” (25 de diciembre de 1987)
  • “Hoy los invito renovar su corazón. Ábranse a Dios y entréguenle a Él todas sus cruces y dificultades, para que Dios lo transforme todo en alegría. Pequeños niños, no pueden abrirse a Dios si oran.” (25 de julio de 1989)
Ella no quiere que recitemos las oraciones sin más sino que debemos usar nuestro corazón.

Jelena Valsilij que recibe locuciones también en Medjugorje, aprendió con María a orar con el corazón. Jelena estaba diciendo el rosario con Nuestra Señora “como se lo habían enseñado en la iglesia” Nuestra Señora le dijo: “Esto no es el rosario. Tú oras sólo con los labios. Debes concentrarte. Debes sentarte sin moverte y entrar en tu interior.”

 “Cuando ores, debes orar más. La oración es un diálogo con Dios. La oración significa entender a Dios. La oración es necesaria, porque después de orar todo se ve más claro. La oración es para conocer la felicidad. La oración es para aprender a llorar. La oración es para aprender a florecer. Orar no es malgastar el tiempo. La oración es realmente un diálogo con Dios.”

La Oración con el Corazón es realmente dirigir nuestros pensamientos a Dios
Orar con el corazón es orarle a Dios en nuestros pensamientos y súplicas, en nuestras preocupaciones y anhelos, ya sea a través de oración formal o en el lenguaje simple que nosotros comúnmente usamos, cuando nos comunicamos con las personas en nuestra vida diaria. Esta oración, idealmente es una fusión de nuestros corazones, desde el nivel mas profundo de nuestro ser interior.

Tal oración, cuando esta enfocada en expresar la mayor sinceridad y fe y se entremezcla con periodos de silencio, nos hace receptivos a escuchar la respuesta de Dios. Entonces, Él viene a nosotros dulcemente— en sosegada, suave voz o pensamiento no llamado. El usualmente nos habla así…


La Santísima Virgen quiere que caminemos hacia Dios elevando nuestras mentes hacia Él.

La Madre de nuestro Salvador nos ha recomendado que comencemos con una oración todo lo que hagamos—en el trabajo, en las diversiones, en los momentos de soledad; en los tiempos de alegría; en los tiempos de tristeza. Es simplemente hacer a Jesús nuestra prioridad, el punto focal de nuestras vidas. Al ofrecerle al Señor todo lo que hacemos, logramos una oración constante—oración con el corazón.