(...) Atesorad tesoros en el Cielo, dice la Palabra de Dios, pues allí los
encontraréis cuando expiréis. Allí no hay ni moho, ni polilla, allí esta
todo esperándoos para daros a cambio de esos bienes, la gloria que os
corresponda. Es como un trueque espiritual, según los bienes
espirituales que hayáis atesorado en vuestro paso por la tierra, así
será vuestra gloria en el Cielo, y no hay ni un solo bien que se haya
hecho por insignificante que sea, que se quede sin darle el trueque
correspondiente de gloria. Yo, Espíritu Divino, os hablo.
El pecador que pecó mucho y después haga el bien, ese bien espiritual que haga, si lo hace por amor a Dios y a las almas, le servirá como reparación de sus muchos pecados.
De ahí, que quien haya malgastado casi toda su vida, si comprendiera al final de sus días, el bien que dejó de hacer, puede en cierto modo, compensar a base de obras de amor y misericordia, ese bien que omitió y del que se le pedirá cuentas.
Yo, Espíritu Divino, os hablo.
Del libro "Dadme de beber"
web: A Dios lo que es de Dios, mensaje oct 2008
El pecador que pecó mucho y después haga el bien, ese bien espiritual que haga, si lo hace por amor a Dios y a las almas, le servirá como reparación de sus muchos pecados.
De ahí, que quien haya malgastado casi toda su vida, si comprendiera al final de sus días, el bien que dejó de hacer, puede en cierto modo, compensar a base de obras de amor y misericordia, ese bien que omitió y del que se le pedirá cuentas.
Yo, Espíritu Divino, os hablo.
Del libro "Dadme de beber"
web: A Dios lo que es de Dios, mensaje oct 2008