*Yo no Soy un Dios de sorpresas


Hijitos Míos, Yo no Soy un Dios de sorpresas, Yo os he dejado todo en las Sagradas Escrituras, vuestro deber, Mis pequeños, era el haber estudiado toda la Sabiduría que se os dio. Pudisteis haber estado mejor en lo espiritual, en lo material, en lo físico y en el trato con vuestros hermanos, pero fallasteis porque no quisisteis perfeccionaros.
 
Sabéis de tantos hermanos vuestros que se perfeccionaron, y todo a través de la Sabiduría de las Sagradas Escrituras, y con eso alcanzaron la santidad de vida. 

¡Cuántos de ellos una sola frase fue la que produjo el cambio y eso los llevó a su perfección y santificación! 

Muchos de vosotros buscáis en lugares erróneos, en lugares que en lugar de daros Luz, en vuestra vida espiritual, os la destruye, destruye lo poco que habíais avanzado porque, ciertamente, si estáis buscando en lugares equivocados, quiere decir que vuestras bases espirituales también estaban equivocadas o eran muy débiles.

Os he dejado todo, lo que ha pasado, lo que estáis viviendo y lo que vendrá en las Sagradas Escrituras y, para eso, debéis pedir a Mi Santo Espíritu que os dé la Sabiduría, el entendimiento y el amor, para poder entresacar lo que a cada uno de vosotros os debiera llevar a vuestra perfección.

Ya alguna vez os dije que de entre todos los millones y millones de libros que se han escrito a lo largo del tiempo, uno solo es el que os iba a llevar a vuestra salvación y éste libro son las Sagradas Escrituras.

No desperdiciéis, pues, más vuestro tiempo en estar buscando por otros lados, en estar tratando de adivinar qué es lo que sucederá, buscad vuestra perfección en lo que Yo os he dejado y en lo que os ha dejado Mi Hijo y, a través de Mi Santo Espíritu, recibiréis lo que cada uno de vosotros debe aprender. 

Ciertamente, como cada uno de vosotros lleva una misión diferente, también la Luz de Mi Santo Espíritu os llegará de forma diferente y todo es para que se cumpla lo prometido, de que cada uno de vosotros sois pequeñas piezas de un rompecabezas y que es el Cuerpo Místico de Mi Hijo, para que se vuelva a reunir. 

Volved pues a las Verdades Enseñadas y no desperdiciéis ya vuestro tiempo, que ya se terminó.

Gracias, Mis pequeños.

Agosto 2012
Dios Padre a JAvier Viesca, México (Dios Padre se manifiesta)