*Padre Pío y un embarazo extrauterino

Carolina es contadora, y vive en Bélgica. El mes pasado, vino a Medjugorje para agradecer a la Virgen, con su mamá y su hijito. ¡Quiera Dios que su testimonio salve a muchos niños de la masacre originada con pleno conocimento por algunos doctores! 

”Me encontré embarazada a la edad de 29. Mi médico de cabecera se había ido a una conferencia y no podía ir a verlo, por lo que fui atendida, a las 3 semanas de embarazo, por otro profesional a quien no conocía. Luego de realizar un estudio por ultrasonido, el doctor me dijo: el “fruto” no es bueno, se trata de un embarazo extra-uterino. Vaya mañana mismo al hospital para que le realicen un raspaje de útero de emergencia. Cuando ingresé al hospital no estaba convencida de que esta intervención fuera necesaria. 

Había llevado conmigo unas reliquias del Padre Pío. Las tomé en mis manos y mientras le oraba, sentí una voz que me decía que esa decisión no era correcta y que debía solicitar una segunda opinión. Ya tenía puesta la bata hospitalaria para ingresar al quirófano ¡pero la voz insistía! Entonces le dije a la asistente del médico que no estaba de acuerdo con el raspaje, que no era correcto que me lo realizaran y que deseaba ver al médico que iba a realizar la intervención para que me realice otro estudio de ultrasonido. A la doctora de turno que justamente estaba operando, no le agradó mi pedido. Sin embargo, yo estaba determinada a no continuar con el procedimiento. 

Cuando quedó libre, vino a verme. Me realizó otro ultrasonido, entre tanto yo continuaba aferrada a las reliquias del Padre Pío, apretándolas con fuerza pues sentía que era mi amigo, mi ancla en ese medio hospitalario adverso. ¡El nuevo ultrasonido mostró que el “fruto” era bueno, saludable y seguro! Mi bebé no estaba fuera del útero como había dicho el doctor anterior, ¡sino bien dentro del útero! Sin embargo esta segunda doctora me informó que no tenía suficiente cantidad de hormonas como para retener al feto.

Agregó que no podía realizar el raspaje porque sería un aborto (en Bélgica el aborto es ilegal). Por consiguiente me salvé de esa operación abortiva y volví a casa. No hice ningún tratamiento hormonal y ocho meses más tarde nació un niño, Jeff, en perfecto estado de salud!

Sor Emmanuel